Por Juan de Lobos.

Amables lectoras, apreciados lectores. Agradezco la oportunidad de seguir compartiendo con ustedes estos pequeños ejercicios de imaginación y reflexión. Cada semana se me ocurren un sinnúmero de ideas para traer a este espacio y en esta ocasión no es la excepción.
Será mejor empezar con este tema. Como ya lo mencioné en el título de esta columna ¿Qué tan fácil es crear una utopía?

Piensen por un momento: ¿Cuál sería su utopía? Un mundo ideal de acuerdo a cada uno de nosotros.
Aparentemente no existe límite de acuerdo con lo que pueden crear con lo que su imaginación les dicte. Sin embargo, es necesario que esa utopía personal cuente con tres características:
1.- Sea viable.
2.- Sea sostenible.
3.- Sea aplicable en todo el mundo.

Creo que al cumplir con estos tres requisitos nuestra utopía deja de ser fácil de imaginar, a menos que rompamos con la frontera de la fantasía y visualicemos un mundo donde todos sus habitantes tienen súper poderes o las leyes de la materia no apliquen a ese mundo imaginado.

Pero realicemos otro pequeño ejercicio de imaginación, y ahora sin límite alguno, descubramos de qué manera sería nuestra interacción en ese universo personal, si al lograr crear nuestra utopía, esta sería bien recibida por otras personas dispuestas a habitar ese universo. ¿Todos tendrían la misma experiencia?

En realidad es muy complicado poder crear una utopía (a Tomás Moro le llevó su vida entera), mas no imposible. Es cosa de concentrarnos y comprender que la visión personal y los anhelos individuales sin lugar a dudas afectan la visión ajena y los anhelos de terceros.

En pocas palabras lo que para nosotros bien puede ser una utopía, para otros sería una distopía, en la cual sería terrible vivir. Ya platicaremos en una futura columna sobre ello.
Sin duda el espíritu y la imaginación tendrán límites generados por nuestra educación, creencias, visión, sensaciones y conocimientos.

Entre más completos y complejos sean estos, nuestra utopía personal será más difícil de alcanzar y por lo tanto de compartir y nos lleva a una búsqueda interminable hacia lo que somos y hacia lo que hacemos en realidad.

No puedo concluir esta anticlimática columna sin una recomendación literaria. En esta ocasión deseo compartirles una novela muy interesante intitulada “Rebelión en la granja” de George Orwell, en donde a través de la sátira y la crítica social un grupo de animales de granja se rebelan en contra del dueño de la misma y observamos como una real utopía se convierte poco a poco en una alarmante distopia. Nada mejor para reflexionar sobre este tema.

De este libro, también hay un par de muy buenas adaptaciones cinematográficas; una en animación dirigida por Joy Batchelor y John Halas realizada en 1954 y otra en “live action” filmada con animales reales en 1999 y dirigida por John Stephenson. Además de una producida por Netflix en 2018 y dirigida por el director y actor Andy Serkis que nos dejarán pensando (todas se pueden ver en youtube o en Netflix con el titulo alternativo de “Animal farm”).

Finalmente les dejo un maravilloso resumen de este apasionante tema de la pluma de Milan Kundera en una sola cita.

«Toda utopía comienza siendo un enorme paraíso que tiene como anexo un pequeño campo de concentración para rebeldes a tanta felicidad; con el tiempo, el paraíso mengua en bienaventurados y la prisión se abarrota de descontentos, hasta que las magnitudes se invierten.«

Milan Kundera.
Escritor Checo.

Quedo de Ustedes.

*El contenido de este texto no contiene I.A. y fue creado de acuerdo a los antiguos cánones de la escritura, a partir de un tema, un conocimiento previo, investigación y redacción.