Por Juan de Lobos.

Apreciados lectores, amables lectoras.

No se preocupen, no enumeraré el millón de posibilidades a las que me refiero en el título de esta columna semanal, pero me gustaría que cada uno de ustedes imagine qué hubiera sucedido o cambiado en sus vidas si hubieran estudiado otra carrera, o dedicarse a otro oficio o llegando temprano a esa cita o haber aceptado ese trabajo fuera de la ciudad o haberlo rechazado.

La elección no solamente trae una decisión consciente, también trae una serie lógica de consecuencias y cambia nuestra vida y entorno. Me gusta pensar en esto, imaginándome un enorme camino hecho con dominós en los cuales uno de ellos hace caer a dos, esos dos a cuatro fichas más, esas cuatro a ocho y así hasta completar una imagen oculta que solamente la podemos ver en retrospectiva y de la cual participan tanto las fichas que cayeron y empujaron a otras, como aquellas que no cayeron en su lugar. 

Lo maravilloso de la imaginación es que no nos limita en lo absoluto, pero nuestro sistema de creencias, conocimientos, afectos y gustos, nos hacen reprimir un poco esas opciones y consecuencias, pero además, la realidad nos muestra, diversos límites, morales y sociales que de una forma u otra nos hacen tomar decisiones trascendentales para nuestras vidas.

Por otro lado nos encontramos a los sucesos fortuitos que hacen que nuestra vida cambie sin que tengamos nosotros el control de ellos, pero si de las consecuencias, un premio, un accidente o una corazonada que nos libra de alguna situación peligrosa. 

Piensen en un momento, todas las posibilidades que hemos rechazado nos convierten en lo que hoy somos. ¿Qué nuevas posibilidades estamos dispuestos a dejar pasar para convertirnos en lo que seremos? 

El hubiera no existe, lo sé, pero el imaginar o recordar momentos cruciales en nuestras vidas, nos permite comprender y valorar el momento presente y nos brinda la oportunidad de comprender que a partir de este instante, nuestra vida puede cambiar para siempre, aunque dentro de algunos años nos preguntemos qué habría pasado si…

Tal vez estos conceptos nos quedan más claros en «El efecto mariposa», película norteamericana del año 2004, dirigida por J. Mackye Gruber y Eric Bress, protagonizada por Ashton Kutcher y Amy Smart. Donde descubrimos que la más mínima variante, causa enormes cambios a nuestro entorno. ¿Qué opinan ustedes? ¿Variaría algo esta columna si recibe o no comentarios?

Quedo de ustedes, imaginando lo que será.

“Si abordas una situación como asunto de vida o muerte, morirás muchas veces”

Adam Smith. Economista y Filósofo escocés.

*El contenido de este texto no contiene I.A. y fue creado de acuerdo a los antiguos cánones de la escritura, a partir de un tema, un conocimiento previo, investigación y redacción.