Por Enrique Fortunat D
Llegó la inauguración del Campeonato Mundial de Futbol nada menos que en la cuna de ese deporte y en el estadio al que muchos llaman “La Catedral del Futbol”, Wembley.
Arrancó con un empate a cero goles entre Uruguay e Inglaterra.
Por lo que toca a México, ahora no le tocó empezar contra los anfitriones o contra el campeón, sino en contra de Francia, de donde se sacó el empate a uno, con gol de Enrique Borja.
Luego ya nos tocó en contra de los ingleses, quienes nos pasaron por encima dos a cero y finalmente conseguimos un empate a cero con Uruguay. Dos empates y una derrota, no era un mal saldo, pero no alcanzó para pasar a la siguiente ronda. Farewell mexicans, see you in your country!
En el grupo 1, donde participó Mexico, clasificaron Inglaterra y Uruguay.
En el grupo 2, clasificaron Alemania Federal y Argentina, echaron fuera a España y Suiza.
En el grupo 3, llegaron a la siguiente fase, Portugal y Hungría. Se fue a casa con la corona abollada Brasil y también quedó fuera Bulgaria.
Hay que señalar que Pelé y Garrincha jugaron juntos solamente el primer partido, que ganaron a Bulgaria 2 a 0. Fue la última vez que jugaron juntos. Mientras lo hicieron, Brasil no perdió ningún partido en Copa del Mundo.
En el segundo partido Pelé no jugó por tener molestias musculares, perdió Brasil ante Hungría por 3-1.
En el partido contra Portugal, a Pelé lo cosieron inmisericordemente a patadas, hasta que salió lesionado ante la complacencia del árbitro inglés George McCabe, quien nunca hizo alguna advertencia a los portugueses por el juego violento en contra de la estrella. Perdieron los amazónicos 3 a 1.
En el grupo 4 se puso sorpresiva la cosa. La Unión Soviética y Corea del Norte pasaron a la siguiente ronda echando fuera nada menos que a Italia y Chile.
De hecho, los norcoreanos le ganaron por 1-0 a los azzurri en una de las grandes sorpresas de la historia de las Copas Mundiales de Futbol.
LOS CUARTOS DE FINAL
Arrancó el asunto con el partido entre Inglaterra y Argentina. Desde entonces no se presagiaba nada bueno entre estas dos selecciones.
El partido fue duro, seco.
En el encuentro se registró un hecho insólito: el árbitro alemán Rudolf Kreitlein expulsó al argentino Antonio Ubaldo Rattin, luego de que este último se le acercara a decirle algo. Kreitlein no hablaba español y Rattin no hablaba alemán. Pero el árbitro dijo que por el gesto y la mirada del argentino estaba seguro de que lo había insultado. Acto seguido el alemán no paraba de señalarle al argentino hacia afuera de la cancha mientras le decía “afuera” en su idioma (raus!); Rattin se hizo el desentendido y dijo que no entendía nadita de nada y exigió un intérprete… esto duró más de 10 minutos. Al final se fue, no sin antes ensuciar el partido, desesperar a la tribuna y crear un caos en el terreno de juego. “Cancheros” que les dicen… actitud antideportiva, digo yo.
Gracias a este caso, se vio la necesidad de encontrar un sistema para hacerle saber a los jugadores y espectadores, tanto si se estaba haciendo una advertencia, como si se les echaba del partido. La solución fue mostrar tarjetas, una amarilla de advertencia y otra roja, cuando era de expulsión.
Inglaterra ganó el encuentro y se dirigió a semifinales.
Por su parte, Portugal despachó a la sorprendente Corea del Norte al son de 5 a 3.
En otro partido, Alemania Federal no tuvo piedad de Uruguay y la mandó a casa con marcador de 4-0.
La Unión Soviética eliminó a Hungría en partido que concluyó 2-1.
SEMIFINALES
A los anfitriones les tocó enfrentar a Portugal, la selección comandada por Eusebio, quien a la postre sería el campeón goleador del torneo, pero en ese partido no alcanzó el talento del delantero y cayeron los lusitanos por 2-1. Inglaterra estaba lista para disputar la final.
En el otro encuentro, Alemania chocó con un equipo soviético de buenas hechuras y comandado por el legendario guardameta Lev Yashin (único portero en ganar el Balón de Oro). Los alemanes desplegaron un futbol efectivo y eliminaron a la Unión Soviética con marcador de 2-1.
LO MERO BUENO: LA FINAL
Inglaterra llegaba por fin a la final de torneo más importante del deporte que se creó en su tierra y lo hacía en su casa. Una ocasión especial, sin duda.
Por su parte, el equipo teutón tenía mentalidad, futbol práctico, espíritu templado y ya sabía lo que es conquistar el campeonato.
Ambos equipos se brindaron con generosidad en el esfuerzo. Alemania consiguió adelantarse en el marcador (Haller), sin embargo, minutos más tarde Hurst consiguió empatar el tanteador.
En el segundo tiempo, Inglaterra consiguió irse al frente en el marcador (Peters), pero en los instantes agónicos del partido Weber empató el partido y hubo que ir a los tiempos extras.
Ahí fue donde se prendió la polémica, un tiro del jugador ingles Hurst pegó en el larguero y rebotó hacia abajo, sin que se pudiera apreciar con claridad si la pelota había entrado o no. El árbitro consultó con el abanderado y otorgó la anotación a los ingleses ante las protestas de los alemanes (la controversia duró décadas entre los aficionados).
En 2016, se hizo la simulación computarizada y se llegó a la conclusión de que el balón SÍ entró, lo cual seguramente no importará nada para quienes están aferrados a la idea de que Inglaterra se “robó” esa final… así es la pasión futbolera.
Vela aquí
Minutos más tarde con otro gol, este sin asomo de duda, Inglaterra selló la victoria por 4-2.
El ingles Geoff Hurst se convirtió en el único jugador en marcar un triplete en una final.
Por su parte, Bobby Moore dio dos pases de gol en el partido, algo no visto hasta entonces.
Los ingleses alzaron el trofeo, los alemanes fueron gallardos contendientes.
Tomemos una taza de té (Earl Grey, si se puede) antes de preparar las maletas, que nos vamos para México.
¡Allá nos vemos!


