Por Enrique Fortunat D
En las diversas sedes suecas, dieron inicio los encuentros de la primera fase, con los resultados esperados en casi todos los casos.
En el Grupo 1, Alemania Federal (campeón defensor) e Irlanda del Norte pasaron a la segunda fase, dejando fuera a Checoslovaquia y Argentina. Los chés no estaban en buen momento, tan así que recibieron seis goles en el partido contra los checos.
En el Grupo 2 Francia y Yugoslavia dejaron fuera a Escocia y Paraguay.
En el Grupo 3, Suecia y Gales pasaron a la siguiente ronda, en tanto que México y Hungría regresaron a casa.
Finalmente, la Unión Soviética y Brasil consiguieron su pase, en tanto que Inglaterra y Austria, no.
Llama la atención que de los cuatro equipos de la Gran Bretaña (Escocia, Inglaterra, Irlanda y Gales) únicamente Gales fue el que salvó la fase de grupos. Recordemos que los galeses consiguieron llegar al mundial de “rebote” al ganarle a Israel, pues inicialmente quedaron fuera en su zona eliminatoria.
Así las cosas, siete equipos europeos lograron su pase a la siguiente ronda, en tanto que del resto del mundo únicamente Brasil lo consiguió.
Ya en la segunda ronda, el combinado brasileño, enfrentó a Gales y apenas pudo registrar un tanto en el marcador, con lo que consiguió avanzar. Por cierto el gol fue obra de un jovencito de 17 años que debutaba en copas del mundo, se llamaba Edson Arantes do Nacimento y le apodaban “Pelé”.
Con ese tanto, Pelé se convirtió en el jugador más joven en anotar en un juego de Copa del Mundo (con ello desbancó al mexicano Manuel Rosas, hasta la fecha siguen siendo el uno y el dos en ese rubro).
En el siguiente partido, que era la semifinal en contra de los franceses, el mismo “Pelé” anotó un triplete o como les gusta llamarlo ahora “hat-trick”. Es el jugador más joven que lo ha conseguido en la historia de las copas del mundo hasta hoy (2025). Brasil ganó el encuentro 5-2.
HAT TRICK
El dichoso término viene de las palabras inglesas “hat” (sombrero) y “trick” (truco), o sea que se refiere a los trucos que hacían los magos al sacar cosas de su sombrero.
En el deporte se utilizó primero en el cricket (deporte al que no le entiendo nada), pero resulta que un tal HH Stephenson consiguió eliminar a tres bateadores de forma consecutiva en 1885, lo que parece era y es poco común. De premio le dieron una gorra. El término se extendió a otros deportes para referirse a la consecución de un logro en forma de tripleta, como meter tres goles en un partido.
Información para impresionar a los amigos o superar un silencio incómodo.
La escuadra sueca por su parte una vez en cuartos de final despachó a la Unión Soviética de regreso a casa con marcador de 2-0.
Instalados en las semifinales, tuvieron que enfrentarse a la escuadra teutona, a la sazón campeona del mundo. Suecia desplegó su futbol ante sus aficionados y consiguieron una holgada victoria de tres goles a uno en contra de Alemania. Lucían prometedores los suecos con un futbol efectivo.
Quedó así definida la final: Suecia contra Brasil, misma que se disputó el 29 de junio en el Estadio Rasunda, cercano a Estocolmo.
El partido arrancó con gol tempranero de los suecos, apenas al minuto 4. Brasil se sobrepuso y el 9 Vavá consiguió empatar el marcador y sería él mismo quien pondría la ventaja al minuto 32. Se fueron al descanso con marcador de 1:2.
En el segundo lapso, el jovencito “Pelé” hizo un “sombrerito” sobre un defensor sueco dentro del área, y luego recibió una falta con la que hoy en día muchos jugadores habrían caído, gritado, llorado, maldecido y pedido un par de meses de vacaciones. Pero Edson estaba más interesado en hacer el trabajo, así que aguantó y metió la pelota al fondo de las redes. Golazo.
En el minuto 68, Zagallo puso el 1:4; en el 80 los suecos descontaron, 2:4.
Ya en el minuto 90, Pelé volvió a hacer de las suyas y con un cabezazo que parecía no llegar nunca a su destino anotó el quinto tanto y dejó el definitivo 2:5.
Brasil fue campeón en buena medida gracias a ese jovencito de 17 años, mismo que lloraba de felicidad al término del partido cobijado por sus sonrientes compañeros.
Luego de la muy amarga experiencia de 1950, los brasileiros finalmente obtuvieron el trofeo soñado. No sería el último ni tampoco la única vez que oiremos hablar de Pelé, para mi gusto el perenne rey del futbol.
Nos saludamos la próxima entrega en Chile.


