Por Enrique Fortunat D
Luego de terminados los horrores de la Segunda Guerra Mundial, llegó el tiempo para retornar a la alegría de los deportes y el futbol no era la excepción. Recordemos que con motivo de la conflagración, se suspendieron los torneos de 1942 y 1946.
Terminadas las hostilidades, en un inicio, se quiso que continuara la disputa por la Copa del Mundo en 1949, pero no fue viable.
Había dos candidatos serios para albergar la competición: Brasil y Suiza.
Los suizos se mantuvieron neutrales durante la guerra, así que su economía era boyante y el país no tuvo daños, pero le faltaban estadios para poder llevar a cabo el evento.
Por su parte, Brasil presentó su proyecto como lo había hecho para el evento de 1942 que no se llevó a cabo. Además, contaba con la infraestructura deportiva necesaria y el propio presidente garantizó el apoyo del gobierno para que todo saliera bien. No sólo eso, sino que se las ingenió para que el presidente de Argentina secundara su candidatura, si bien a cambio de que Brasil apoyara a los celestes para ser sedes de la siguiente Copa.
Viendo la FIFA que estaba flaca la caballada, de una vez decidieron las sedes para los siguientes dos mundiales de futbol: Brasil lo sería en 1950 y Suiza organizaría el evento en 1954 y todos contentos.
Se organizó todo para repartir la manera en que se haría la selección de las 16 naciones a participar.
Recordemos que estamos en plena posguerra, así que la FIFA no permitió ni que Alemania ni Japón participaran. En cambio Italia libró el castigo, porque aunque todos eran malos, resultó que había unos más malos que otros.
Se inscribieron 34 países que aspiraban a ocupar alguna de las 14 plazas (Italia por ser campeón y Brasil por ser anfitrión tenían asegurado su lugar)
De este lado del charco, Argentina no quiso participar por diferencias con la Confederación Brasileña de Deportes. Colombia no pudo disputar algún sitio por un poderoso motivo: la expulsaron de la FIFA en 1949 por tener una liga ilegal.
En tanto que en Europa la economía no estaba del todo bien para varios países, quienes renunciaron a participar, una de ellas fue Turquía
Gales, Escocia, Inglaterra e Irlanda por primera vez le entraron a lo de las eliminatorias y de hecho formaron esos cuatro países su propio grupo y de pilón dos de ellos iban de manera directa al mundial. Inglaterra y Escocia consiguieron los boletos, pero otro detallito de esos que nos dan anécdotas: resultó que Escocia dijo que solamente iría si quedaba en primer lugar, como los meros buenazos de la región y como quedaron en segundo, decidieron no ir.
Por su parte los turcos avisaron que no podían ir por tener “dificultades insalvables”, o sea que tampoco tenían dinero para el viaje.
Así que resultó que dos plazas que ya estaban asignadas quedaron vacías. El comité organizador cual si fuera pachanga de quince años, les dijo a Francia y Portugal que si se animaban a ir a la fiesta, que ya tenían sus boletos.
Los franceses, luego, luego dijeron que “oui”, pero luego resultó que no tenían pa’l viaje y terminaron por no ir. Portugal, se puso digno y dijo que lo que no se ganó en el campo, no lo aceptaban de regalo. Y no fueron.
La India ganó su sitio gracias a que se retiraron de la contienda Birmania, Filipinas e Indonesia. Supongo que estaban contentos, hasta que luego también se acordaron que no les alcanzaba para los pasajes y tampoco fueron.
Así que de las 16 selecciones nacionales que debían estar en la etapa final, alcanzó para que 13 fueran. Por el continente americano fueron siete países y por los europeos seis. Ninguna selección de otra región del mundo participó.
De lo que nos interesa, Estados Unidos y México consiguieron sus boletos y se apuntaron para jugar a ritmo de samba en Brasil.
Había dos boletos y tres selecciones los disputaron: Cuba, Estados Unidos y México.
La selección azteca lució poderosa en el triangular (que se disputó en la Ciudad de México) y les pasó por encima a sus rivales. A Cuba la venció por 2-0 en el primer partido y por 3-0 en el segundo. Por lo que toca a los juegos contra Estado Unidos, los mexicanos les pusieron sendas goleadas: el primer encuentro terminó con contundente 6-0 y en el segundo de 6-2.
Se esperaban cosas buenas del equipo mexicano en la Copa del Mundo.
Ya veremos cómo nos fue, pero eso será la próxima semana.


