Por Aline Gómez Roy.
En un verano marcado por grandes competencias, las mujeres han vuelto a ocupar el centro del escenario deportivo internacional. La final de la Eurocopa Femenina 2025, el Mundial de Gimnasia Rítmica y el Mundial de Natación han dejado claro que el deporte femenil no solo crece, sino que se fortalece con cada generación. Con nuevas protagonistas, récords desafiados y momentos que quedarán en la memoria colectiva, estos torneos demuestran que el talento y la resiliencia femeninos ya no piden permiso: reclaman su lugar con fuerza.
Inglaterra, bicampeona de Europa
El 27 de julio, la ciudad suiza de Basilea fue testigo de una final intensa entre Inglaterra y España, dos potencias del fútbol femenil. Inglaterra llegaba como vigente campeona tras ganar la edición 2022 en casa, mientras que España buscaba consolidar su dominio luego de conquistar el Mundial de 2023. El resultado fue un empate 1-1 que llevó el encuentro a tiempos extras y, finalmente, a penales. Mariona Caldentey había adelantado a España, pero Alessia Russo empató con un gol de fuerza y carácter. En la tanda decisiva, la arquera inglesa Hannah Hampton se vistió de heroína al detener dos penales, y Chloe Kelly convirtió el tanto final para dar a Inglaterra su segundo título consecutivo.
Este triunfo tiene un significado profundo: Inglaterra se convierte en el primer equipo inglés —masculino o femenino— en defender con éxito un título fuera de casa. La entrenadora Sarina Wiegman, que ya había ganado la Euro con Países Bajos en 2017 y con Inglaterra en 2022, logra así una tercera corona, consolidándose como una de las figuras más influyentes del fútbol internacional.
Más allá del resultado, la Eurocopa 2025 demostró un crecimiento técnico y mediático sin precedentes. Estadios llenos, transmisiones globales y jugadoras que se han convertido en referentes no solo por su talento, sino por su liderazgo. La final confirmó lo que ya sabíamos: el fútbol femenil llegó para quedarse y sigue conquistando corazones.
Elegancia y potencia en la gimnasia rítmica
Aunque el Campeonato Mundial de Gimnasia Rítmica 2025 aún no concluye al momento de escribir esta columna, las competencias previas han dado una muestra del nivel altísimo que se espera. En el Europeo de junio celebrado en Tallin, Estonia, la ucraniana Taisiia Onofriichuk hizo historia al coronarse campeona en el all-around, rompiendo una racha de 30 años sin que su país subiera a lo más alto del podio en esta disciplina.
Por su parte, la alemana Darja Varfolomeev y la búlgara Stiliana Nikolova confirmaron su dominio en las finales por aparato. La presencia de potencias tradicionales como Italia y Bulgaria sigue siendo fuerte, pero también se nota la irrupción de nuevos talentos de Asia y América.
Una de las mayores sorpresas vino desde Estados Unidos, donde un equipo juvenil logró medalla de plata en el Mundial Junior en Sofía. Es la primera vez que una selección estadounidense sube al podio por equipos en esta disciplina dominada históricamente por Europa del Este. Este logro no es menor y anticipa una mayor diversidad competitiva para los próximos años.
La gimnasia rítmica es muchas veces subestimada por su estética, pero requiere fuerza, control, flexibilidad y disciplina extremas. Cada aro lanzado en el aire, cada cinta que gira sin enredos, cada equilibrio sostenido por segundos eternos habla de años de entrenamiento silencioso. Que haya nuevas protagonistas también es símbolo de que el talento se está democratizando.
Las reinas del agua
Del 27 de julio al 3 de agosto, el Mundial de Natación 2025 en Singapur trajo consigo actuaciones memorables. En las pruebas femeninas, la neerlandesa Marrit Steenbergen dio la campanada al vencer a la australiana Mollie O’Callaghan en los 100 metros libres. También destacó la estadounidense Kate Douglass, quien logró una de las marcas más rápidas de la historia en los 200 metros pecho.
La veterana Katie Ledecky volvió a imponer su clase en los 1500 metros libres, ganando su sexto título mundial consecutivo en esta distancia. Aunque Estados Unidos no dominó como en años anteriores, Ledecky mantiene su legado intacto, convirtiéndose en una de las nadadoras más exitosas de todos los tiempos.
Uno de los momentos más comentados fue la actuación de Yu Zidi, una nadadora china de apenas 12 años que formó parte del relevo 4×200 metros libre. Aunque solo participó en la eliminatoria, su equipo ganó el bronce y ella se convirtió en la atleta más joven en recibir una medalla en la historia del campeonato mundial. Su talento precoz abre una conversación sobre la edad, la proyección a largo plazo y el cuidado de las nuevas generaciones.
El impulso no se detiene
En conjunto, estas competencias muestran un deporte femenil que evoluciona no solo en resultados, sino también en narrativa. Ya no son solo historias de lucha contra la adversidad, sino relatos de excelencia, estrategia, inteligencia y mentalidad ganadora. Las mujeres ya no están “irrumpiendo” en el deporte: están liderando, inspirando y construyendo legados.
Cada victoria de estas atletas es también una victoria para todas las niñas que entrenan en alguna cancha, piscina o gimnasio con la ilusión de convertirse en las próximas estrellas. Y cada derrota, vivida con dignidad, nos recuerda que el deporte también es escuela de carácter. Lo que estamos viendo no es una moda ni una ola pasajera. Es un movimiento que se expande y que, sin duda, seguirá marcando el ritmo del deporte mundial.
La copita de la semana
Vino Espumoso Chandon Rosé
- Región: Mendoza, Argentina
- Variedad: Chardonnay 58% / Pinot Noir 38% / Malbec 4%
- Nariz: aroma a fresas, granada y cereza roja,
- Vista: color rosado intenso.
- Boca: delicados sabores a frutos rojos, combinado con una sensación de mineral final, con sabores a avellana y galleta
- Maridaje: Ideal para acompañar sushi, sashimi, pescados, tortilla española, queso de cabra y frutos rojos.
Hasta aquí por hoy y ya nos saludaremos la próxima semana.


