Roland Garros 2025 y el poder femenino en la cancha

Por Aline Gómez Roy

Mujeres en la arcilla: La tierra batida de París volvió a teñirse de historia. Roland Garros 2025 no sólo coronó a una nueva campeona que está escribiendo su legado, sino que mostró, en todos los rincones del torneo, la fuerza, determinación y profesionalismo de las mujeres que día a día empujan los límites dentro y fuera de la cancha. La edición femenil de este año fue un testimonio de la evolución del tenis, no sólo como espectáculo deportivo, sino como plataforma de equidad y liderazgo femenino.

La gran protagonista fue Coco Gauff, quien levantó su primer título en Roland Garros tras vencer a Aryna Sabalenka en una final que combinó potencia, inteligencia táctica y temple emocional. Gauff, con apenas 21 años, demostró por qué está llamada a marcar una era en el tenis. Su capacidad para adaptarse a los diferentes ritmos del partido, su fortaleza mental y su madurez dentro de la cancha fueron claves para superar a una rival experimentada como Sabalenka, que venía de una sólida temporada.

La victoria de Gauff es histórica por varias razones. Es la primera vez que una tenista afroamericana gana en París desde Serena Williams en 2015. Además, su triunfo llega en un contexto donde el tenis femenil vive una intensa transición generacional, con figuras jóvenes que desafían el dominio de las consagradas. Gauff ya no es solo una promesa: es una campeona de Grand Slam, con un estilo propio que mezcla agilidad, potencia y una conexión emocional con el público que pocos logran.

Pero más allá del resultado deportivo, Roland Garros 2025 destacó por la presencia activa de mujeres en todos los niveles del torneo. Las cámaras y los reflectores, que normalmente se centran en las jugadoras, esta vez también enfocaron —aunque tímidamente— a aquellas que hacen posible que cada partido sea justo, ágil y profesional: las juezas.

La francesa Aurélie Tourte, por ejemplo, fue jueza de silla en varios encuentros clave, incluida una de las semifinales femeninas. Su capacidad para mantener el orden y la concentración en momentos de tensión fue clave. De trayectoria consolidada en el circuito WTA, Tourte es ejemplo de cómo las mujeres en el arbitraje no sólo han ganado terreno, sino respeto y admiración. También destacó la presencia de Marijana Veljović, la árbitra serbia reconocida por su experiencia y temple, quien continúa siendo una figura relevante tanto en partidos femeninos como varoniles.

El rol de las juezas no es menor. En un deporte donde las decisiones pueden cambiar el rumbo de un set o incluso de un campeonato, su trabajo requiere precisión técnica, resistencia emocional y mucha preparación. Y si bien todavía hay una representación desigual en algunos Grand Slams, Roland Garros dio señales claras de apertura y reconocimiento hacia estas profesionales.

Además, detrás de cada jugadora también hubo equipos liderados por mujeres: psicólogas deportivas, fisioterapeutas, entrenadoras y analistas que cumplen un papel fundamental. El equipo de Coco Gauff, por ejemplo, cuenta con mujeres especializadas en preparación física y nutrición, demostrando que el alto rendimiento también se construye desde el conocimiento técnico femenino.

Otro punto destacable fue la cobertura mediática. Cada vez hay más periodistas, analistas y comentaristas mujeres en las transmisiones, aportando no solo una visión especializada, sino también nuevas narrativas que enriquecen el discurso deportivo. Voces como las de Marion Bartoli y Rennae Stubbs, que comentaron para medios internacionales, ofrecieron análisis táctico de alto nivel que permitió al público comprender mejor el juego.

Roland Garros 2025 fue, sin duda, un torneo vibrante, con emociones fuertes, batallas épicas y una final digna de la historia del Grand Slam parisino. Pero también fue una vitrina para ver cómo el deporte puede evolucionar hacia la inclusión real. Las mujeres ya no están solo en la pista con una raqueta en la mano: están detrás del micrófono, en la silla arbitral, en los banquillos técnicos y en los laboratorios de datos y biomecánica. Y su impacto es innegable.

Mientras las huellas de los partidos se borran de la arcilla y el mundo del tenis gira la mirada hacia Wimbledon, queda claro que esta edición de Roland Garros fue mucho más que un torneo. Fue una declaración de lo que significa hoy el deporte femenil: fuerza, inteligencia, liderazgo y comunidad.

Coco Gauff alzó el trofeo, sí. Pero con ella, muchas otras mujeres también ganaron.

La copita de la semana

Vino Blanco Diamante Semi Dulc

  • Región: Rioja, España
  • Variedad: Viura
  • Vista: amarillo pajizo con destellos dorados.
  • Boca: suave

Hasta aquí por hoy y ya nos saludaremos la próxima semana.

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