Tomar terapia psicológica ¿Yo?

Por Graciela Calvo Navarrete

La pregunta de si debemos tomar terapia es más común de lo que pensamos y la respuesta más sencilla sería que todas y todos enfrentamos problemas y, en muchos casos, nos beneficiaría buscar apoyo profesional. Así como sabemos que es recomendable visitar al dentista periódicamente o hacernos un chequeo médico anual, lo mismo aplica para nuestra salud mental y emocional.

Sin embargo, a pesar de saberlo, muchas veces no prestamos la misma atención a nuestro bienestar psicológico. La realidad es que, al igual que consultamos al médico cuando experimentamos malestares físicos, también deberíamos hacer lo mismo cuando nuestras emociones o pensamientos no se alinean con lo que necesitamos para estar bien.

Muchas veces, esta desarmonía emocional se manifiesta en áreas clave de nuestra vida, como en el trabajo, en las relaciones familiares o con nuestra pareja. Nos damos cuenta de que algo no “cuadra” entre lo que deseamos y lo que realmente estamos viviendo. Esto puede desencadenar estados de desequilibrio como enojo, tristeza, depresión, ansiedad, o frustración. Con el tiempo, este malestar puede llevarnos a tomar decisiones perjudiciales, como involucrarnos en relaciones poco sanas, experimentar una desconexión emocional, adoptar comportamientos dependientes o adictivos o reaccionar de manera violenta.

Es cierto que el apoyo de las personas cercanas es valioso, pero debemos ser conscientes de que, en ocasiones, sus consejos no son suficientes. Es en esos momentos que es crucial contar con la ayuda de personas profesionales para escucharnos de manera activa, que nos ayuden a identificar los elementos clave de lo que estamos viviendo y nos acompañen para encontrar soluciones adaptadas a nuestra situación.

El objetivo de la terapia no es solamente escuchar, sino también ayudarnos a reconocer y activar aquellos sentimientos, pensamientos y recursos que ya están dentro de nosotras y nosotros, pero que no siempre sabemos cómo identificar o aplicar para superar nuestros desafíos.

HABLAR: LA GRAN HERRAMIENTA

El principal recurso en la terapia es hablar. La diferencia radica en cómo, quién y para qué escuchamos. La/el terapeuta tiene la tarea de ayudar a la persona a retomar el control de sus pensamientos y afrontar sus emociones para poder tomar decisiones basadas en expectativas realistas y poder interactuar con su entorno de una manera más sana y equilibrada.

Por todo lo que hasta ahora hemos platicado es que te invito a que si en algún momento experimentas malestar relacionado con tus pensamientos, emociones o con tu relación con el entorno, te regales un espacio para ti misma/o. Un espacio para reflexionar, sanar y reconectar contigo. Estoy convencida de que será una experiencia que te acompañará y de la cual te sentirás orgullosa por el resto de tu vida.

Graciela Calvo es una reconocida profesional de la salud mental por su capacidad y amplia experiencia. Gran parte de su trabajo se ha vinculado con mujeres víctimas de violencia, tanto con quienes se encuentran en esa circunstancia como con aquellas que han conseguido salir de ella. Es pionera en la terapia con enfoque de género.

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