Por: Julieta E. Libera Blas

Nunca he encontrado un ejemplo que me grite: ¡Cásate y sé feliz como nosotros!
Mauricio Garcés.

Queridas y amables lectores:

José Feres y Mahiba Yazbik originarios del Líbano, llegaron a México en 1920 huyendo de la intervención turca. Instalados en Tamaulipas y dedicándose la mayor parte de su vida al comercio vieron nacer a sus tres hijos: Edmundo, Roberto y Mauricio. Todo parecía que marchaba bien en sus vidas, su negocio era próspero. Este matrimonio fue dueño de una fábrica de ropa que surtía uniformes a los empleados petroleros en el puerto de Tampico. Maheba Yazbik se dedicaba a confeccionar los uniformes de los trabajadores y en sus tiempos libres el padre de Mauricio se dedicaba a enseñarles español a los migrantes que llegaron con ellos a México. La furia de la naturaleza en 1935 se lo llevó todo. Un ciclón devastó a la ciudad de Tampico, lo que habían construido con esfuerzo en minutos desapareció. En aquellos tiempos los seguros no eran eficaces, además de que no se tenía la cultura de asegurar los bienes. Al ser conscientes de su tragedia y lo que estaba padeciendo el resto de sus habitantes decidieron migrar a la Ciudad de México. El destino cambiaría para bien, el entorno de Mauricio sería como un sueño que no sólo imaginó sino alcanzó.

Al llegar a la Ciudad de México vivieron en el barrio de la Merced en la calle Pino Suárez, después en Correo Mayor. Mauricio contaba con tan sólo 9 años, estaba encantado con la atmósfera de la ciudad. Sus anuncios luminosos anunciaban en sus marquesinas a talentosos actores como Joaquín Pardavé. El afamado Agustín Lara y a su piano Ramón Armengol o la gran cantante Elvira Ríos.

¿La vida es como un pañuelo o que el mundo es muy pequeño?

Los padres de Mauricio siempre lo procuraron, desde vestirlo bien, otorgarle una buena educación, valores, amor al trabajo. Siempre educado y cortés, siempre medido en su manera de hablar y dirigirse a las personas, siempre respetando y dándole su lugar. La infancia de Mauricio fue compartida por amistades que lo amaron hasta el final, entre ellos se encontraban: Antonio Badú y Jacobo Zabludovsky. Estos grandes personajes consolidaron una gran amistad con Mauricio desde muy pequeños; con Zabludovsky compartió aula en la Secundaria no.1 en la Calle de Regina y se dice que ambos eran unos niños bastante traviesos dentro y fuera de la escuela con Badú los unía su sangre libanesa. Las tres familias eran vecinas así que ya se imaginarán la unión de éstos tres. No olvidemos que Antonio Badú (1914-1993) mexicano de origen libanés, fue un gran cantante que triunfó en el cine. Su gran voz lo llevó a ser reconocido como “El emir de la canción” – en lo personal me encanta escucharlo, su voz es impresionante. Por su parte Jacobo Zabludovsky (1928-2015) mexicano de origen judío-polaco se graduó en la UNAM en la Facultad de Derecho. Se dedicó al periodismo y se convirtió en uno de los hombres más sobresalientes de la historia del periodismo de habla hispana, dirigiendo por 27 años el noticiario 24 Horas.

MAURICIO GARCÉS

Mauricio comenzó a trabajar a los 17 años como agente de publicidad en la radio; el negocio de su familia era próspero y todos trabajaban en el negocio, a pesar de esto Mauricio prefirió hacerle caso a su lado histriónico. Su personalidad, presencia, carácter, educación y, ¿por qué no decirlo? Era un tipo bien parecido, que provocaba ya desde muy joven suspiros entre las féminas. Mauricio también fue consciente al notar su parecido con el actor norteamericano Clark Gable (1901-1960) actor de Gone with the Wind (Lo que el viento se llevó) (1939) – así que comenzó a imitar su actuación. Para fortuna de Mauricio su tío José Yazbek comienza a trabajar en la producción de cine, en 1950 produce el film La muerte enamorada (1951) con Miroslava y Fernando Fernández, fue la primera vez que Mauricio actuó pero bajo un seudónimo, tenía claro que su familia se opondría a la decisión que hace tiempo había tomado. En la radio conoce al gran actor Rafael Banquells, (1917-1990) en 1957 actúa en la obra de teatro ¿Aló, Aló…? Número equivocado.Banquells se percata de los dotes humorísticos que tiene Mauricio, después de esto le ofreció actuar a lado de Enrique Rambal, Lucy Gallardo, Irma Lozanoa quien le enseña de lo que trata la comicidad y cómo hacer reír al público. Se dice que se hicieron grandes amigos: Irma Lozano, Antonio Badú y Mauricio Garcés. Alguna vez leí una entrevista que le hicieron a la actriz Irma Lozano (1943-2013) donde manifestaba su gran admiración y agradecimiento que le tuvo al histrión. Un ser amable y amoroso, que le enseñó a respetar, amar, y sobretodo hacer reír al público.

¿Cómo olvidar la entretenida película Modisto de señoras (1969)? en donde un hombre desea ser modisto pero le es negado por el hecho de ser hombre. Así que finge ser gay, se involucra con las damas de sociedad que adoran su talento para inspirarse en sus atuendos muy a la moda, usa telas provenientes de Italia. Se lía con una Claudia Islas joven y bellísima, esposa de Carlos López Moctezuma, son descubiertos por una fotos tomadas sin que ellos lo supieran. Mauricio es llevado hacia las afueras de la Ciudad de México y al verse atrapado decide regresar a su departamento a pie. Pero no sólo se involucra con ella, sale a escena majestuosamente Zulma Faiad quien tiene a un novio que trabaja para el hampa. Irlanda Mora ((1938-2010) que es una de sus asistentes, ¡cómo olvidar esos ojazos color verde! Y qué decir de la inolvidable Patricia Aspíllaga (1946-2003) bella e inteligente, es contratada por los modistos envidiosos conformados por Enrique Rocha, Hugo Goodman y Carlos Nieto para que ésta desenmascare la falsa homosexualidad de Maurice. Sin embargo, es todo lo contrario, le hace saber que él es hombre y bien hombre. Entorno a esta película se teje una historia de amor, la de Irma Lozano y Mauricio Garcés, ante ella, él cae rendido, con ella no puede fingir más que le gusta, la ama, y no le importa besarla “aunque se haga pedazos su reputación”. Irma tan bella lo acepta y su amiga la manda con un terapeuta porque no sabe quién va a usar el vestido de novia. Si bien es una película que por décadas nos ha hecho reír y gozar de su elegante picardía, al parecer hoy es ofensiva. Todo es cuestión de visión, porque el morbo se construye desde los ojos con los que se mira. Acompañado de un final fuera de la realidad pero no para ese tiempo, desmantela su taller de modisto para señoras para dedicarse exclusivamente a la confección de trajes para caballeros, a lado de Irma Lozano y de aquellos tres modistos que los guiará a buen puerto alejándolos de ciertas manías que sólo les traerá mala fama y que ya no está dispuesto a vivir.  Si bien es una película que arranca risas también es una vista hacia cómo la sociedad marginaba a la comunidad en aquellos años.

DATO CURIOSO.

El apellido Garcés lo adoptó porque pensó que la gente tendría problemas con recordar el apellido Férez. Así nació Mauricio Garcés, galán de galanes, de porte magnético y seductor, de palabra fácil, porte derrochador y ángel único.

SU TRAYECTORIA…

Al inicio de su carrera Mauricio Garcés actuaba en películas que si bien le favorecieron y nos mostró su capacidad actoral por sus personajes dramáticos y serios, aún no encontraba su camino para ser recordando como hoy día se hace. Como ejemplo de esos filmes encontramos: La estrella vacía (1960) a lado de María Félix, Enrique Rambal, Carlos Navarro, Ignacio López Tarso, Carlos López Moctezuma, Tito Junco y Rita Macedo.

La llorona (1960) nuevamente con López Moctezuma, María Elena Marqués y Luz María Aguilar. Cuando tú me quieras (1951) con Meche Barba y Luis Aguilar. Sólo para ti (1966) con Angélica María. El Mundo de los Vampiros (1961) a lado de Guillermo Murray pero Don Juan 67 (1966) con Alicia Bonet, Irma Lozano, David Reynoso y Maura Monti, fue la película que lo proyectó como galán otoñal. El resto, como bien dicen, ya es historia, filmes como: Click, Fotógrafo de modelos (1970), El día de la boda (1968), El matrimonio es como el demonio (1969), 24 horas de placer (1969), El criado malcriado (1969), Bromas S.A. (1967), Las fieras (1969), El cuerpazo del delito (1970), Espérame en Siberia vida mía (1969), Lanza tus penas al viento (1966), Departamento de soltero (1969) entre otros filmes que lo hizo convertirse en el galán cómico más importante de la década. El cine lo convirtió en la estrella infinita que es recordado hasta nuestros días.  

TELEVISIÓN: GUTIERRITOS.

Mauricio Garcés en 1958 actúo en la teleserie Gutierritos a lado de Rafael Banquells, María Teresa Rivas, Patricia Morán, Evita Muñóz “Chachita”, Luis de Alba entre otros. La cual se trasmitía de lunes a viernes a las 18:30 horas desde el día 18 de agosto hasta el 24 de Octubre de 1958. Escrita por Estela Calderón nos narran la historia de un hombre débil de carácter de quien todos se aprovechan, incluido su amigo Jorge Contreras que es nada mas y nada menos interpretado por Mauricio Garcés, un antagonista regio que hizo perfecta pareja María Teresa Rivas quien interpretaba a Rosa, esposa de Ángel Gutiérrez.  Esta historia fue todo un éxito, quizá varios espectadores se vieron reflejados en este personaje que sólo era usado, controlado, manipulado y humillado por su propia familia. ¿Qué pasa cuando Ángel se descubre como un gran escritor? A pesar de que su amigo Jorge lo anima a que se publique sus obras éste no quiere y deja pasar la oportunidad de ser reconocido y respetado. Si mal no recuerdo, Garcés toma la oportunidad y se hace pasar por Ángel. De la noche a la mañana se convierte  en un afamado escritor sin darle ningún reconocimiento a su amigo pero todo lo que sube debe de bajar y la verdad sale a la luz; Ángel, mal llamado Gutierritos, intenta encajar en esa sociedad que lo ha devaluado tanto, haciéndole frente a su triunfo con su verdadero rostro pero fracasa. Ángel lo pierde su libro, a su amigo y a la mujer que ama, esta teleserie fue llevada a la pantalla grande en 1966 con el mismo elenco, fue un éxito.

OTROS PROGRAMAS:

• La hora de Mauricio Garcés. (1970)
• El show del “Loco” Valdés.
• Los solteros de a lado, con José Gálvez.
• Cita Ponds.
• Noche a Noche con Verónica Castro.

POR SIEMPRE MAURICIO.

En una entrevista realizada en 1985 por Ricardo Rocha (1950-2023) en su programa EN VIVO dejó al descubierto un Mauricio Garcés agradecido enteramente con su público. Humilde, alegre, pícaro y bromista; lleno de emoción escuchó los aplausos de los ahí presentes, sus ojos se llenaron de lágrimas. Ya enfermo, explicó sus problemas de salud, admitió ser un entusiasta jugador de lo que fuera sólo porque lo disfrutaba; se dice que lo perdió todo. Un tipo admirable, entusiasta, alegre, amante del tango, aficionado al ping-pong, amaba las gafas, los convertibles y los trajes con botonadura en nácar. Era enamoradizo, dicen que eternamente de Silvia Pinal pero ella en ese tiempo estaba casada con Enrique Guzmán, siempre lo quiso entrañablemente. Buen hijo y orgulloso de su madre, fue la razón principal de no haber contraído jamás nupcias, el vínculo tan fuerte con ella lo llevó a su propio desenlace cuando ésta falleció. Mauricio Garcés atinó a responderle a Rocha en la entrevista ante la pregunta del por qué no se había casado: “¿por qué..? Nunca he encontrado un ejemplo que me grite: ¡Cásate y sé feliz como nosotros!”

Su voz emblemática se fue apagando debido al enfisema producido por las cuatro cajetillas de cigarros que fumaba al día: “Soy un mal paciente. Se supone que no debería de hablar porque mis cuerdas están lastimadas, debo de dejar de fumar pero siempre lo he hecho. Ya no me doy cuenta cuando enciendo uno.” Su salud se fue agravando, su estado emocional y financiero se vino abajo, fue un conjunto desastroso pues no había dinero para sobrellevar su enfermedad. Sus últimas películas fueron El Sátiro (1980) y Mi fantasma y yo (1985). Sus apariciones en la pantalla chica se fueron reduciendo, una de las últimas entrevistas que tuvo fue otorgada a Jacobo Zabludovsky en donde ya era evidente que su salud estaba quebrantada.

Un galán que a todas traía muertas, porque era tan bello que no podía con todas, y en cualquier momento podría estar malito. Jamás se sintió un actor de cine, el afirmaba que era un actor de teatro pues es ahí en donde comenzó su carrera artística.  Se negó a trabajar en el “Cine de Ficheras” ya que no era la imagen que él deseaba dar a su público, “sería incapaz de ofender de esa manera a mis espectadores.”

Mauricio Garcés encontró la muerte el día 27 de febrero de 1989 mientras dormía en la cama de su departamento, la muerte le llegó mientras dormía, dicen que es la muerte de los justos. Se encuentra sepultado en el Panteón Francés de la Piedad en la Ciudad de México, fue un ícono del cine mexicano, un gran talento acompañado de una enorme personalidad. Un galán inolvidable.  

• Desde pequeña cuando miraba sus películas a lado de mis hermanos pensaba que era Clark Gable pero mi madre un tanto desconcertada me decía que no era él y no se parecía en nada. Han de saber que a ella le gusta mucho Gable y es impensable creer que Mauricio se parecía a él y miren que también le gusta mucho.

¡Gracias por la lectura, sean dichosos!