Por Enrique Fortunat D.

Se oyen voces por acá y por allá, de diversos temas, pero en esta ocasión solamente dos habremos de tocar, porque no hay espacio que alcance con tanta cosa. De este y del otro lado del río.

La incultura con la cultura

Inicialmente el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF, para los cuates) contempló un recorte del 30.8 por ciento a la cultura en nuestro país. Mala noticia.

Por supuesto, más rápido que pronto se levantaron voces para protestar por semejante medida. Y tienen razón, creo yo.

La cultura para muchos puede no ser considerada como un tema prioritario, sin embargo, lo es.

El carácter, las emociones y los pensamientos de una nación se expresan mediante diversas vías de maneras particulares que permiten identificar los rasgos diferenciadores. Conocer y compartir con otros esas manifestaciones da cohesión al grupo y permite participar de la idiosincrasia. Eso refuerza, estimula y desarrolla las formas de expresión que devienen tanto en vehículo, como en fuente de inspiración para la producción de bienes culturales propios de la colectividad.

Así las cosas, la cultura es prioritaria para que la nación y sus integrantes se reconozcan y desarrollen.

Si bien la cultura como tal no requiere que se le impulse pues se autogenera (autopoiesis, le dicen los cultos), las labores de difusión y apoyo para la creación sí que necesitan ser apoyadas para que los mensajes lleguen en forma más eficaz y a un mayor número de personas.

Este bonito rollo es para decir que finalmente se dio marcha atrás con la decisión, pero no de manera total.

La Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados decidió reintegrar 3 mil millones de pesos al presupuesto destinado a la Secretaría de Cultura.

De manera que quedó en 15 mil 081 millones de pesos para 2025. Pero, pero, pero, la cifra representa todavía un recorte del 13.70 por ciento en términos reales en comparación con el presupuesto de 2024. Así que no hay mucho que celebrar.

De acuerdo con los estándares internacionales, es recomendable que se destine el 1 por ciento del total del gasto público a la cultura. Si así se hiciera, la cantidad rondaría los 93 mil millones de pesos, pero apenas destinamos la sexta parte de eso. No sé usted, pero como que yo digo que andamos lejos…

Eso de los seguros es inseguro

Tremenda noticia sacudió a los Estados Unidos esta semana, pues un hombre fue baleado por la espalda en Nueva York.

Lo anterior no pasaría de ser una estadística más en la llamada urbe de hierro, pero hubo algunas cosas que llevaron la noticia a las primeras planas y los espacios de noticias más importantes de toda la Unión Americana:

• El asesinato se llevó a cabo frente al prestigioso Hotel Hilton en el corazón de Manhattan.
• La víctima era el CEO de United Healthcare, una aseguradora médica enorme y con tremendo poder económico.
• Las balas que acabaron con el ejecutivo tenían grabadas un mensaje.

La persona que murió llevaba por nombre Brian Thompson y contaba con 50 años de edad. Fue abatido a las 06:45 horas, hora de Nueva York, en un sitio de cercano a Times Square y al Central Park. Iba a dar un mensaje en una convención.

En los casquillos de las balas que acabaron con la vida de Thompson se escribieron con rotulador las palabras deny, defend, depose («negar, defender y deponer»). En el sector de los seguros médicos se citan como una postura de las aseguradoras para negar o regatear los pagos a sus clientes.

Con la presteza que se tiene en este tipo de casos, la policía arrestó a Luigi Mangione, de 26 años de edad, un ingeniero proveniente de una familia acomodada (así se dijo) de Baltimore y a quien se le encontró un arma que coincide con la que se utilizó para matar a Thompson, además de un cuaderno en el que había anotaciones para planificar el asesinato.

La captura se pudo hacer por la difusión del caso y de la fotografía de Mangione, así como la recompensa que se ofreció prontamente para dar con el presunto asesino (una lanita siempre ayuda a despertar el espíritu de colaboración).

Mangione probablemente sea uno de los delincuentes que menos problemas cause a la policía:

• Iba cubierto del rostro, pero se lo descubrió poco antes del asesinato, al parecer para coquetear con una chica.
• En lugar de irse a esconder a la cuarta circunvolución del tercer agujero del recóndito laberinto de alguna montaña, se dejó ver en un McDonalds de Pensilvania, donde lo identificaron y avisaron para que le cayera encima la ley.
• No se deshizo del arma homicida y de pilón llevaba consigo un manuscrito en el que no sólo criticaba al sistema de salud estadounidense, si no que anotó lo que haría para escarmentar a dicho sistema: “Golpear al director ejecutivo en la convención anual de los contadores parásitos”. Justo lo que ocurrió.

Tantas facilidades, puede mover a sospecha… se cree que el caso pueda aún tener algunas sorpresas.

Pero todo esto puede ser nada más que el frente para lo que tiene el potencial de ser la historia real en esto: el negocio de la salud en el que hay miles de quejas e historias terribles acerca de ambición, abusos y crueldad por parte de las aseguradoras en contra de las personas en Estados Unidos (remember: deny, defend, depose).

La Miscelánea

El 14 de diciembre de 1761 es ejecutado Jacinto Canek, quien encabezó una revuelta de indígenas en contra de las crueldades de que eran objeto por parte de criollos y españoles en la Península de Yucatán. Según Justo Sierra: «Se le hace pasar un suplicio de los más horrorosos que se leen en la historia, quemándose su cadáver y arrojando al aire sus cenizas; sus ocho compañeros fueron ahorcados dos días después y otros cien infelices fueron condenados a sufrir la durísima pena de doscientos azotes y la pérdida de la oreja derecha». Además, el pueblo de Cisteil, en donde inició la revuelta, fue arrasado, incendiado y cubierto con sal «para perpetua memoria de su traición». Finísimas y pías personas.

La primera recepción oficial de Maximiliano y Carlota, antes de llegar a la capital del país, fue su visita a la Basílica de Guadalupe. Ocurrió en junio de 1864. Algunos dicen que es la primera peregrinación documentada.

Juan García Esquivel es uno de los músicos más infravalorados en México, no así en Estados Unidos. Un adelantado a su época que allá por 1957 andaba la vereda tropical así:

Pasito a pasito vayamos pues por la vereda con buen ánimo y mejor cara, o al revés si lo prefieres.

Paz