Por Enrique Fortunat D.

Se va, se va, se va, el sexenio de Andrés Manuel López Obrador llega a su fin. “Por fin” dirán algunos ansiosos por no verlo nunca más; “No te vayas” gritan otros con compungido corazón. “Me da igual” externa otro sector. Todos tienen motivos, reales o no.

Lo que sale ya de salida

Leí con cuasi morboso interés una encuesta que encargó “El País” y “W Radio” a Enkoll. Convendremos en que ninguno de ambos medios es proclive al mandatario mexicano.

Los números son reveladores y en algunos casos sorprenden y nos llevan a hacer elucubraciones.

La popularidad el presidente ya en la puerta de salida, es apabullante e inédita para un fin de sexenio: tiene el 77 por ciento de aprobación, en tanto que el 23 por ciento lo desaprueba. Impresionante, especialmente si tomamos en cuenta que no han parado las críticas a su gestión y que se aprobó una muy controvertida reforma constitucional que modifica al Poder Judicial y que ha pisado varios callos muy sensibles.

Dentro de los seguidores de Morena,  se aprueba su mandato con un incontestable 90 por ciento.

Considérese que Claudia Sheinbaum, iniciará su gestión con el 74 por ciento de popularidad, aunque un 19 por ciento no está conforme con su llegada al poder.

Pero aquí viene algo que sorprende (redoble de tambores):

Entre quienes se dijeron panistas y que votan regularmente por ese partido, la aprobación de lo hecho por López Obrador en su sexenio es del ¡76 por ciento!

Aparece el sospechosismo

De acuerdo con los números de  esta encuesta, parece muy raro que el PAN siga tan empecinado en golpear y descalificar a cuanto se haga o diga en la 4T. Y resulta demencial que lo hagan si tres cuartas partes de sus simpatizantes reconocen que este gobierno actuó correctamente.

 Xóchitl Gálvez obtuvo un total de 15 millones 620 mil 726 votos, para este ejercicio, demos por sentado que todos esos votos fueron de panistas (lo que sabemos no fue así). De manera que de esa cifra, 11 millones 871 mil personas que simpatizarían con el PAN, reconoce que las cosas se hicieron bien en esta administración. De manera que el sector de los enfurecidos serían unos 3 millones. Esa sería la cantidad de quienes no toleran nada, reprueban todo y tienen una visión catastrofista del país.

De ser así, como que entra la duda de a quiénes en realidad estarían representando y con qué motivos los vociferantes representantes populares de la oposición en las Cámaras.

Sería ingenuo suponer que del otro lado del espectro no haya también “aplaudidores por qué sí” a quienes cuanto haga AMLO les parece una maravilla.

Personalmente, cualquier postura que se sitúe en un extremo de pensamiento que impida razonar, dialogar y encontrar caminos de progreso me parece una idiotez (he dicho).

Los negativos

Por supuesto que hay quienes no lo quieren ni tantito al actual mandatario y lo consideran como “el peor presidente de México”  y son el 7 por ciento; pero no llega a los niveles de Fox, con el 14 por ciento; de Calderón, con el 24 por ciento; o de Peña Nieto que se lleva el infame título con el 32 por ciento.

O sea que aquí tampoco aparece prueba alguna de que esta administración haya sido un desastre.

No más no hay química con los Felipes

Hay una evidente antipatía entre el expresidente Felipe Calderón y el mandatario mexicano López Obrador. Desde hace años.

El sexenio de Calderón ha sido evidenciado como uno de los más cuestionables.

Pero hay otro Felipe con quien no tiene buena relación el todavía presidente. Se trata del rey de España, Felipe VI.

Hace años López Obrador envió una carta personal al monarca español en la que pedía que España solicitara el perdón de los habitantes de esta tierra por los excesos cometidos durante la guerra de conquista y el tiempo de ocupación. Puede parecer un asunto absurdo, pero no lo es. Otras naciones, e incluso la Iglesia Católica, han ofrecido sus disculpas por eventos de esa naturaleza.

Sin embargo, Felipe no consideró que esta petición por parte de un jefe de Estado mereciera su atención. No solamente no dio respuesta, sino que filtró la misiva a la prensa. Una descortesía primero y luego una grosería diplomática.

Por tonta que parezca una petición de un  jefe de Estado, cuando se dirige a otro, merece una respuesta, toda vez que son pares y la cortesía entre naciones lo dicta.

Haber filtrado la carta a la prensa fue ya un acto hostil. Con ello abrió la puerta para que otros intervinieran y la cerró a la confianza.

Eso ocurrió en 2019 y hasta la fecha no hay respuesta por parte de la monarquía. Por ello, es que a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum se invitó al gobierno de España, pero no a la monarquía. Son dos cosas distintas.

El gobierno español declinó la invitación y está en todo su derecho, incluso parece prudente hacerlo para evitar roces internos allá. Pero a diferencia del monarca, sí contestó…

Nadie me preguntó

Hablando de otra cosa, lo de la senadora Téllez en la Cámara de Senadores es de pena ajena. Sus ataques teatrales, furibundos y majaderos -muchas veces sin que medie motivo alguno- cancelan la posibilidad de dialogar a menos que se llegue a la discusión por medio de descalificaciones y epítetos.

“Pues es que no más les dice sus verdades” dirán algunos o algunas entusiastas de la ofensa como espejo del raciocinio. Patético, pues si así fuera, seguramente recibiría muy duros calificativos, para a continuación declararse víctima a voz en cuello.

Lo que más me sorprende no es la actitud y el deplorable nivel discursivo de la senadora, sino que en su bancada sigan pensando que algún beneficio les reporta semejante comportamiento. Seis años y no aprenden, parece que no saben que no saben. Hay maderas que no más no agarran el barniz.

Así las cosas

• Ganaron la elección por paliza
• Tienen mayoría calificada en la Cámara de  Diputados y en la de Senadores.
• Consiguieron la reforma constitucional para cambiar al Poder Judicial.
• Consiguieron que la Guardia Nacional esté dentro de la estructura de la Sedena.

Y todavía no empieza el sexenio de Sheinbaum…

La Miscelánea

El 28 de septiembre se conmemora el Día Mundial contra la Rabia, tiene el propósito de promover la lucha contra esta enfermedad, así como el de concientizar a la población sobre su prevención. Se eligió la fecha por ser la del fallecimiento de Louis Pasteur, creador de la vacuna antirrábica.  No sé por qué pero me vino a la mente que hay a quienes les urge algo que modere su rabia, aunque no sea de origen viral.

En 2019 falleció quien probablemente haya sido la mejor voz dentro de la música popular mexicana. Me refiero a José José. Aquí una versión de “Una mañana” junto a Natalia Lafourcade.

Vaya esta columna con un saludo repleto de vibra sanadora a mi hermano de vida, Héctor B. ¡Recupérate pronto y bien!

Dentro de algunas mañanas estaremos entrando a un nuevo sexenio con la primera mujer electa para la presidencia. Que sean buenas cada una de ellas hasta que nos saludemos nuevamente.

Paz