Mujeres, deporte y una copa de vino… 

Por Aline Gómez Roy

Durante los pasados Juegos Olímpicos emergieron historias por doquier, cada uno de los atletas sin duda trae una historia que contar y por eso creo que vale la pena que comentemos algunas, claro está que nos enfocaremos a las mujeres y sus extraordinarias vidas que las hicieron llegar a destacar en el deporte de su elección.

Poder estar dentro de unos Juegos Olímpicos ya es una triunfo para cada una sin importar el lugar en el que queden. Y por otro lado tenemos a las fuera de serie quienes además de ganar nos brindaron unas actuaciones espectaculares.

Hablemos de mujeres y Siffan Hassan

Nacida en Adama, Oromia, Etiopía, el 1 de enero de 1993, Sifan Hassan es una conocida corredora de media y larga distancia que compite por los Países Bajos. Después de pasar su infancia en una granja con su madre y su abuela, a los 15 años su madre decide ponerla en un avión para que salga de Etiopía.

En 2008, Hassan llegó sola a los Países Bajos como solicitante de asilo. Se sabe poco sobre su vida en Etiopía y sobre lo que llevó a su madre a enviar a la adolescente a emprender ese largo viaje.

Durante los primeros ocho meses, Hassan permaneció en un centro de refugiados para menores en el norte del país. Ha contado que lloraba todas las noches allí, comparándolo con una prisión.

La fundación que se ocupó de Hassan la trasladó a la ciudad de Leeuwarden, donde vivió en una casa con otras chicas. Cuando reveló que tenía la ambición de ser corredora, una de las cuidadoras la presentó al club de atletismo Lionitas de la ciudad. Allí conoció a Yke Schouwstra, un atleta de media distancia que había trabajado anteriormente con jóvenes refugiados y se convirtió en su entrenador

Schouwstra notó rápidamente el talento de Hassan y dice que le prestó zapatillas y equipo a Hassan, que entonces tenía 15 años, porque no podía comprar los suyos.

En 2011, Hassan se mudó a la ciudad de Eindhoven, donde disfrutó de la compañía de una pequeña comunidad etíope. En su escuela conoció a Ton van Hoesel, quien se convertiría en su entrenador durante dos años.

“Cuando llegó a nosotros, era una jovencita”, dice Van Hoesel. “Era amigable y un poco tímida. Tenía una habitación diminuta por la que pagó demasiado y no tenía casi nada más que un colchón y algo de ropa. En la pared colgó un tejido con la imagen de la Kaaba”.

En Eindhoven, entrenó con campeones holandeses. Según VanHoesel, Hassan no solo tenía un estilo de carrera “fantástico”, sino también una mentalidad “fabulosa” y ya hablaba de participar en los Juegos Olímpicos.

Tras Eindhoven, Hassan se trasladó a Arnhem, una ciudad al este del país, donde se incorporó al centronacional de entrenamiento Papendal para deportistas de élite. En 2013 obtuvo un pasaporte holandés y desde entonces compite a nivel internacional representando a los Países Bajos.

Su primer evento olímpico fue en Río de Janeiro en 2016. Cuando terminó los 1,500 m en quinto lugar. Supo que tenía que tomar un nuevo rumbo en su carrera atlética.

Después de ahí se entrenó en el proyecto Nike Oregón, al cerrar éste se quedó a entrenar en Estados Unidos.

En 2013, la carrera de Hassan despegó con la victoria en el Campeonato Europeo de Campo Traviesa, donde consiguió la medalla de oro. En 2020, experimentó un éxito sin precedentes en los Juegos Olímpicos de Tokio, ganando el oro en los 5,000 y los 10,000 metros, así como el bronce en los 1,500 metros. Con este extraordinario logro, se convirtió en la primera atleta en ganar medallas en las tres disciplinas en una sola Olimpiada. En 2023, ganó el prestigioso Maratón de Londres, lo que marcó su debut en maratón. El legado de Hassan como una de las corredoras de fondo más destacadas de la historia se ve reforzado por sus numerosos récords mundiales y numerosas victorias en campeonatos importantes.

Su resiliencia y determinación se ejemplifican en su viaje desde Etiopía hasta convertirse en campeona olímpica, que ha inspirado a muchas personas en todo el mundo.

Lo logrado en París 2024 no tiene precedente Hassan decidió competir en tres carreras diferentes los 5,000, los 10,000 y la maratón la cual se llevó a cabo el último día de competiciones y cuyos final no pudo ser más extraordinario

Sifan Hassan y Tigst Assefa avanzaban hombro con hombro hacia la última curva del frenético y emocionante maratón femenino mientras luchaban desesperadamente por una de las últimas medallas de oro de los Juegos Olímpicos de París. En circunstancias normales, la velocidad suprema de Hassan casi siempre superaría a las especialistas en maratón, pero este era, sorprendentemente, su kilómetro número 62 de los Juegos después de 10 días de carrera.

En los últimos metros, la holandesa se desmarcó de Assefa, tras un dramático encuentro, para ganar su primera medalla de oro en maratón con un impresionante récord olímpico de 2 h 22 min 55 s. Assefa, de Etiopía, poseedora del récord mundial, terminó 3 s detrás de Hassan en segundo lugar, mientras que la keniana Hellen Obiri se llevó el bronce.

La premiación se llevó a cabo en la ceremonia de clausura con miles de espectadores en el estadio y otros tantos a través de la televisión, Hassan llevaba un hijab negro cuando subió al podio para recibir su medalla de manos del presidente del COI, Thomas Bach. Este acto sencillo resonó entre los espectadores de todo el mundo, que elogiaron a Hassan por su coraje y desafío frente a la controvertida prohibición de Francia. “Sifan Hassan usó su hijab en la ceremonia de entrega de la medalla de oro en el maratón femenino, luego de que Francia prohibiera el uso del hijab para las atletas femeninas en los Juegos de 2024.

Sin duda una atleta a la que hay que admirar en todos los sentidos llegar a un país completamente diferente después de haber vivido cosas terribles, sin familia, sin conocer el idioma y concentrarse en un deporte que se convertiría en su vida que le ha permitido no solo salir adelante sino ser un ejemplo para miles de personas y aún con todo ellos nunca dejar sus creencias es una gran mujer así de simple.

La copita de la semana

V Rosado, casa madero

  • Región: Parras de la Fuente, Coahuila.
  • Uva: 100% Cabernet Sauvignon
  • Vista: Rosa pálido con reflejos cobrizos.
  • Nariz: Aromas delicados a naranja confitada, frutos rojos frescos y chabacano.
  • Boca: Entrada ligeramente dulce y suave. Afrutado, fresco y de buena intensidad.
  • Maridaje: Chiles en nogada, paella, carpacho de betabel, cochinita pibil, tinga de pollo, tacos al pastor, carpacho de pulpo, ensalada de arándanos y pistache, ensalada de cangrejo

Hasta aquí por hoy y ya nos saludaremos la próxima semana.

Hasta entonces salud.

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