Por Aline Gómez Roy
Es imposible no hablar en esta columna del tamaño de espectáculo que vivimos en la inauguración de los juegos Olímpicos de París 2024 el pasado viernes.
Sin duda la atracción principal de estos juegos olímpicos es la propia ciudad de Paris. La Ciudad de la Luz y sus numerosos monumentos mundialmente famosos ocupan el centro del escenario en los Juegos de este año.
Así tendremos que las competencias ecuestres se harán en el majestuoso Versalles, los partidos de voleibol de playa se jugarán a la sombra de la Torre Eiffel. Los nadadores, competirán en el Sena.
Pero es difícil imaginar que un evento en particular ofrezca un tributo tan magnífico a París como lo fue la inauguración del viernes, que evitó los confines de un estadio y convirtió a toda la ciudad en su escenario.
El relevo de la antorcha fue un espectáculo en sí mismo, ya que la superestrella del fútbol francés Zinedine Zidane llevó la llama por los cafés y los parques de patinaje de París, antes de quedar atrapado en el metro y pasarle la antorcha a tres niños y una figura enmascarada que la transportó a lo largo de las 4 horas que duró el evento por encima de los tejados, a través de una tirolesa y más allá, en camino a su destino final el pebetero olímpico ubicado en Trocadero. Mientras tanto, el Desfile de las Naciones avanzó a lo largo de un tramo de 6 kilómetros por el Sena en barco, deteniéndose para las actuaciones musicales y otras viñetas temáticas que el director artístico Thomas Jolly intercaló a lo largo del evento, con el fin de dar a la delegación de cada país un momento de protagonismo.
Cada momento sensacional, desde la aparición sorpresa pero no tan espectacular de Lady Gaga , durante la cual cantó impecablemente en francés, rodeada de bailarines con abanicos de plumas, hasta la inesperada visión conmovedora del pianista Alexandre Kantorow interpretando a Ravel bajo la lluvia, se desarrolló en un escenario parisino icónico. La sensación internacional del pop Aya Nakamura ofreció una actuación enérgica con un magnífico conjunto dorado monocromático, apropiado para los Juegos Olímpicos, en el Pont des Arts, que conecta el Institut de France con el Louvre. En el techo del Grand-Palais, la mezzosoprano Axelle Saint-Cirel cantó «La Marsellesa». Un puente peatonal se convirtió en pasarela, cerca de la Torre Eiffel, para celebrar la moda francesa.
Y en los últimos minutos después de haber tenido a cuatro grandes del deporte como lo fueron Serena Williams, Nadia Comaneci, Carl Lewis y Rafael Nadal custodiando la llama olímpica y haber visto lo inimaginable: que la llama olímpica se elevará en todo lo alto de París en un globo aerostático ( invento de los franceses) se oye la impecable voz de la única: Céline Dion, quien cantó el “Hymne à l’amour” de Édith Piaf en un escenario a mitad de la misma torre, triunfante para que toda la ciudad y el mundo lo escucharan. No hacía falta ser su mayor fan para sentir que se te hinchaba el corazón al ver y más concretamente, al oír a la cantante, que después de haberla visto en su documental donde expone la enfermedad que parece desde hace años Síndrome de persona rígida, de nuevo en plena forma. Con todo lo que hay por lo que sentirse desesperanzado en 2024, es difícil imaginar una encarnación más elegante de la resiliencia.
Como suele suceder con los eventos cargados de tradición, los momentos más agradables tendían a ser los más extraños y los más idiosincrásicamente franceses. ¿Docenas de bailarines de rosa intenso bailando cancán? Fantastique. ¿María Antonieta sosteniendo su cabeza recién decapitada y cantante, como introducción a una pieza que uniría a la cantante de ópera Marina Viotti con los incondicionales del metal francés Gojira? Vive la révolution. ¿Una oda al amor y la literatura que comenzaba en la biblioteca y terminaba con lo que era, según todas las apariencias, un ménage à trois entrando en un apartamento y cerrando descaradamente la puerta al operador de cámara? Ooh la la . No sería París sin ese escalofrío. Simple y sencillamente MAGNIFIQUE!!
Pasando a lo deportivo empiezan las primeras medallas a caer y lo destacable es las australianas en la alberca verdaderamente unas anfibias.
Y para México cae este domingo la primera medalla, para tres grandes mujeres en tiro con arco quienes hacen historia al conseguir una medalla por equipos por primera vez en este deporte. El Bronce es de Alejandra Valencia, Ana Paula Vázquez y Ángela Ruiz.
Vamos México!!!
La copita de la semana
Vino Blanco Louis Jadot Chablis
- Región: Chablis, Francia
- Uva: 100% Chardonnay.
- Vista: color Oro
- Nariz: Aromas a miel, flores y mineralidad.
- Boca: Destacan sabores tropicales cítricos y lo mineral de los suelos calcáreos, buena acidez
- Maridaje: Se recomienda acompañar con mariscos, ensaladas, pescado a la plancha y queso.
Hasta aquí por hoy y ya nos saludaremos la próxima semana.
Hasta entonces salud.


