Por Aline Gómez Roy
Todo ser humano nace con características diferentes, cada uno tiene y va desarrollando a lo largo de la vida aptitudes y talentos diversos, de ahí la importancia de tener una educación integral en nuestra niñez, para que el conocimiento intelectual se vea acompañado de actividades deportivas y artísticas y así tener más posibilidades de encontrar nuestra verdadera pasión.
Existe una disciplina deportiva en particular que se ha podido ubicar entre el arte y el deporte debido a la unión de la música, el ritmo, la coreografía y el movimiento corporal, esta es el Nado Sincronizado.
Esta disciplina acuática se basa en la realización de movimientos y rutinas coordinadas en el agua. Las nadadoras combinan habilidades de natación con pasos de danza, ballet y gimnasia, fusionándolas en una coreografía fluida y estéticamente atractiva.
Hablemos de Mujeres, deporte y el nado sincronizado
El comienzo de las ejecuciones artísticas en el agua se remonta al año 1892 en Inglaterra donde se llevaron a cabo lo que, por aquel entonces, se denominaban prácticas de Natación Artística o también, Ballet Acuático.
Surge en diferentes países como Inglaterra, Canadá, Holanda, Alemania, Bélgica, Francia, Estados Unidos y Australia, algunos grupos que realizaban figuras en el agua. A partir de 1920 estas formaciones de figuras toman el nombre de Natación Ornamental.
En 1940 se redactó el primer reglamento y al año siguiente se reconoció como deporte en Estados Unidos, pero hubo que esperar doce años, hasta 1952 para que la FINA reconociese como deporte a la natación sincronizada.
En 1955 la Natación Sincronizada fue aceptada oficialmente como deporte competitivo en los Juegos Panamericanos, celebrados en ciudad de México.
La Natación Sincronizada fue deporte de exhibición en los Juegos Olímpicos en las ediciones de Londres 1948 y de Helsinki 1952, pero no consiguió el pasaporte olímpico hasta tres décadas más tarde: en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984, en los que sólo fueron consideradas olímpicas las modalidades de solo y dúo.
El nado sincronizado en México llegó en la década de los 50 en el Centro Deportivo Chapultepec A.C. En 1954 el equipo de este deportivo participa en la primera competencia internacional para un equipo mexicano en Santa Mónica, California.
A lo largo de los años, el equipo de México ha competido en Juegos, Panamericanos, Mundiales y Juegos Olímpicos en todas sus categorías es decir, en solo, dúo y equipo, dejando una huella significativa en este deporte.
Fue en Barcelona 1992 donde México logró uno de sus primeros éxitos: la medalla de Bronce.
La última vez que México participó en unos juegos Olímpicos por equipo fue en Atlanta 1996, en donde a pesar de las buenas ejecuciones los jueces no fueron imparciales llevándose grandes rechiflas, lo cual dejo al equipo con muy mal sabor de boca.
En los Olímpicos de Londres 2012 en la modalidad de dúo la representación mexicana terminó en el lugar 18. Para Río 2016 alcanzaron el sitio 11 y en Tokio 2020 obtuvieron el lugar 12.
Teniendo la misma entrenadora desde 1996, Adriana Loftus, quien a pesar de haber sufrido un largo peregrinar en este deporte desde situaciones como dopaje de alguna deportista, diferendos con la federación y autoridades diversas, no se rinde y sigue trabajando con la misma dedicación y disciplina siendo un gran logro el conseguido en los juegos panamericanos de Santiago de Chile en donde con su victoria en la final ante el equipo de los Estados Unidos logra su pase a los Juegos Olímpicos de París 2024.
La copita de la semana
La recomendación de esta semana es para aquellos que disfrutan de vinos frescos y ligeros, con notas de frutas rojas y un carácter seco y equilibrado.
Monte Xanic Rosé
- Uva: es elaborado con 100% Grenache
- Origen: el Valle de Ojos Negros, Baja California, México.
- Vista: Es un vino de aspecto limpio y brillante.
- Nariz: aroma a fresas maduras y frambuesas, toque de pomelo y durazno, así como rosas.
- Boca: es balanceado y refrescante. El retrogusto es de los aromas cítricos y fruta roja, frambuesa y rosas. Fresco, amplio de sabor y de larga permanencia en boca.
- Maridaje: ostras, almejas, carpachos y pescados.
Hasta aquí por hoy y ya nos saludaremos la próxima semana.
Hasta entonces salud.


