Por Aline Gómez  Roy

En este mundo dicen que no hay coincidencias, que las cosas pasan por algo y que siempre hay que preguntarnos para qué,  muchas veces está pregunta no es contestada de inmediato, sino que al dejar pasar el tiempo nos damos cuenta del porque sucedieron así las cosas, aunque no siempre el resultado es como nosotros queremos, puede ser que sea para un bien mayor a lo largo de décadas, así es como pasó con el Netball.

Esta semana me gustaría que habláramos del Netball un deporte poco conocido en este lado del mundo que nació por azares del destino y que actualmente ha traído un bienestar mayor en uno de los países más pobres en el continente Africano, pero que sobre todo ha podido revalorizar a las mujeres de esa parte del mundo.

Hablemos de Mujeres, del Netball y deMalawi

El deporte del netball es un invento inglés que tiene sus raíces en el baloncesto. En 1891, un educador físico estadounidense, James Naismith, creó el juego de cancha y pelota que ahora conocemos como baloncesto. Fue diseñado para estudiantes vinculados a la Asociación Cristiana de Jóvenes (YMCA).

En ese momento de la historia, las mujeres usaban faldas hasta los tobillos y sus blusas eran hasta las muñecas, esto hacía que sus movimientos fueran rígidos lo que traía complicaciones para  jugar baloncesto.

Entonces en lugar de cambiar la vestimenta femenina para adaptarla a las necesidades de las reglas del baloncesto,  algunas maestras crearon una versión modificada del juego para adaptarlo a las prácticas femeninas aceptadas.

El baloncesto femenino, como se conocía originalmente al Netball, surgió como un deporte identificable a finales de la década de 1890, cuando se establecieron las “reglas para el baloncesto femenino”. Bajo estas reglas la cancha se dividió en tres zonas, se aumentó el número de jugadores de cinco a nueve, se utilizó una pelota más pequeña y hubo dos árbitros, dos anotadores y dos cronometradores.

Actualmente, el Netball reúne una combinación de velocidad, habilidad, agilidad, equilibrio y táctica. El juego lo disputan dos equipos de siete jugadores e implica que un equipo invada el territorio de otro con el objetivo de disparar un balón a través de la red de su oponente. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de los juegos de invasión, una cancha de netball se divide en diferentes secciones y la posición de un jugador en el equipo afecta el área que se le permite entrar.

Al principio las reglas no fueron claras pero se expandió rápidamente por principalmente países pertenecientes a la Commonwealth, fue hasta 1957 que finalmente se llevaron a cabo discusiones sobre una estandarización completa de las reglas en todo el mundo. Esto llevó a que representantes de Inglaterra, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica y las Indias Occidentales se reunieran en Sri Lanka y establecieran la Federación Internacional de Baloncesto y Netball Femenino. Se formalizaron las reglas y se decidió que se celebrarían Campeonatos Mundiales cada 4 años, al igual que la Copa Mundial de Fútbol y los Campeonatos Olímpicos, que comenzaron en Inglaterra en 1963.

En la actualidad  el Netball sigue sin ser reconocido como un deporte olímpico, a pesar de haber sido reconocido oficialmente por el Comité Olímpico Internacional en 1995. La comunidad practicante considera que la ausencia del netball en los Juegos Olímpicos es un obstáculo importante para la expansión mundial del deporte, lo que resulta en una falta de exposición mediática y apoyo financiero.

A pesar de esta situación a nivel Olímpico existen otras circunstancias mucho más favorables que el Netball ha hecho en el mundo y tal es el caso de las MUJERES DE MALAWI.

En Malawi un país ubicado en el continente Africano, en donde según datos de la ONU, es el sexto país más pobre del mundo, con más de la mitad de la población bajo el umbral de la pobreza y en donde las mujeres tiene en promedio cinco hijos y que el 20% son madres adolescentes, el  netball se convierte en el deporte más practicado entre las mujeres ya que implica una forma de relacionarse entre ellas y de generar espacios donde pueden empoderarse y hablar de temas que en otros contextos serían tabú.

Para ellas es un aliciente tener un espacio propio, una excusa para juntarse con otras mujeres. Algunas juegan mejor, otras son más altas o más jóvenes y tienen más energía, pero da igual. Lo que les interesa aquí es la relación que se va creando entre comunidades, que trasciende más allá del equipo y sirve para atajar posibles conflictos.

La selección nacional femenina, llamada The Queens, es una institución dentro y fuera del país, ha participado en diferentes campeonatos trayendo victorias importante para estas mujeres en un país en donde las alegrías no son tan frecuentes y menos para la población femenina.

La copita de la semana

Esta semana probé un vino rosado muy particular por su color pero muy rico al paladar así que lo recomendaremos.

Vino Espumoso Santo Yo Pink

• País: España
• Región: Castilla la Mancha
• Ideal como aperitivo. Tiene aromas y sabores a panadería dulce y flores.

Hasta aquí por hoy y ya nos saludaremos la próxima semana. Hasta entonces salud.