Por Aline Gómez Roy
En este mes dedicado a las mujeres y sus luchas no podemos dejar de hablar de un instrumento que sirvió como parte de su independencia, y que a lo largo de los años se convirtió en un deporte que se practica de manera profesional, amateur, o como una simple recreación.
¿Quién no se subió a una bicicleta en su niñez? Creo que es uno de los primeros acercamientos a un deporte que se hace al inicio de nuestras vidas.
En la actualidad es usado por muchas personas como un medio de transporte que ayuda a disminuir tráfico, contaminación y a hacer ejercicio, así que hoy hablaremos de las mujeres y la bici.
Hablemos de Mujeres y el ciclismo
La primera carrera ciclista olímpica para mujeres no se disputó hasta los Juegos de Los Ángeles de 1984 (la carrera individual en ruta, ganada por la estadounidense Connie Carpenter), y el ciclismo profesional femenino apenas fue un deporte reconocido hasta la década de 1990.
Pero las mujeres ya practicaban ciclismo mucho antes de eso, allanando lenta y constantemente el camino para las mujeres que ahora están a la vanguardia de este deporte.
Las bicicletas jugaron un papel importante en el movimiento feminista de principios del siglo XX. Las bicicletas dieron a las mujeres una nueva libertad después de estar acostumbradas durante mucho tiempo a depender únicamente de los hombres para el transporte. La innovación de la bicicleta dio a las mujeres más control sobre dónde y cuándo iban; las bicicletas eran de fácil acceso y relativamente económicas. Es más, las mujeres pronto descubrieron que los atuendos más tradicionales, como corsés, bustos y faldas largas, hacían que el andar en bicicleta fuera un desafío. Esto provocó un cambio en la moda femenina que incluyó faldas más ligeras, pantalones bombachos e incluso pantalones.
Para ver la evolución de este deporte hablemos mujeres que han sido pilar del ciclismo mundial:
Annie Londonderry (1870-1947)
La primera mujer en dar la vuelta al mundo salió desde Massachusetts y 15 meses después completaba con éxito su aventura en Nueva York.
Tillie Anderson (1875-1965)
Ciclista de origen sueco que desarrolló su carrera en EEUU, tuvo claro desde muy pequeña que su pasión eran las bicicletas. Tanto es así que trabajó de costurera en su adolescencia y ahorró para poder comprarse su primera bicicleta. Con 18 años empezó a competir en carreras de ciclismo ganando casi todas ellas y realizando marcas nunca antes vistas.
Helene Dutrieu (1877-1961)
Piloto de coches de carreras, acróbata en circos y teatros, enfermera, conductora de ambulancias durante la guerra y la segunda mujer aviadora de la historia.
Destacaba en pruebas de velocidad y tuvo en su poder el récord de la hora en 1895 y el campeonato del mundo de velocidad en pista dos años más tarde. De ahí que la llamaran “la flecha humana”
Alfonsina Strada (1891-1959)
Fue la primera mujer en participar en el Giro de Italia rodeada de hombres en 1924, pero conseguirlo no fue tarea fácil.
En 1917 participó en el Giro de Lombardía siendo la única mujer en la prueba. Esto no gustó a organizadores de carreras ciclistas por lo que prohibieron la participación femenina en sus eventos. Pero para Strada nada era imposible y la lucha por los derechos era su señal de identidad, por lo que con la ayuda de ciertos patrocinadores del Giro se inscribió en secreto con el nombre falso, de hombre, “Alfonsín”. Obviamente, en la primera etapa fue descubierta y descalificada, pero se negó a abandonar y llegó a meta de manera excepcional.
Beryl Burton (1937-1996)
Si con la llegada de Alfonsina a meta se había dado un paso muy importante, en 1967 llegaba otro gran paso, esta vez en forma de victoria. La británica Beryl Burton ganaba una carrera de resistencia en la que competían hombres.
Marianne Martin (1957)
La primera mujer en ganar el Tour de Francia femenino fue un ejemplo de esfuerzo y superación, ya que una importante lesión en la espalda y constantes episodios de anemia no fueron motivos suficientes para privarle de alcanzar su sueño. Se recuperó, entrenó y luchó hasta que consiguió levantar los brazos en París.
Jeannie Longo (1958)
Para muchos Jeannie Longo es la mejor ciclista de todos los tiempos, lo que se dice pronto. Un palmarés que da vértigo: 12 títulos mundiales, 4 medallas olímpicas y cerca de 40 medallas entre mundiales y nacionales. También destacaba por sus excelentes cualidades sobre los esquís.
Marianne Vos (1987)
Para muchos la mejor encima de una bicicleta. La neerlandesa destacó en todas las modalidades: pista, carretera, ciclismo de montaña y ciclocross. Con solo 19 años ya era campeona del mundo en cross y carretera en lo que marcaba el inicio de una carrera llena de éxitos.
Annemiek Adriana van Vleuten (1982)
Es una ciclista neerlandesa que compitió en las modalidades de ruta y pista. Participó en tres Juegos Olímpicos de Verano, entre los años 2012 y 2020, obteniendo dos medallas en Tokio 2020, oro en la contrarreloj y plata en la prueba de ruta.
En México hemos tenido a grandes ciclistas tal es el caso de:
Nancy Contreras
Fue la primera mujer en coronarse en un Campeonato Mundial. Lo hizo en Amberes, Bélgica, en 2001.
De la misma manera compitió en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 y Atenas 2004. Además de sumar dos preseas mundiales más en Ballerup, Dinamarca, en 2002 con plata y con bronce en Stuttgart, Alemania, 2003.
Belém Guerrero
Fue la primera mujer en obtener medalla olímpica y lo hizo en Atenas 2004, donde ganó la medalla de plata en la prueba de puntuación, un evento de ciclismo en pista.
Sofía Arreola
En la cita mundial de Minks, Bielorrusia, en 2013, consiguió dos presas de plata en la carrera por puntos y scratch.
El año pasado tres mexicanas lograron ganar una medalla de oro tras 19 años de no poder obtenerla en una prueba de ciclismo de pista. Daniela Gaxiola, Yuli Verdugo y Jessica Salazar fueron las ganadoras del primer lugar de la Copa de Naciones de Ciclismo que tuvo sede en Milton, Canadá.
Así que a pedalearle…
La copita de la semana
Sigamos está semana con vinos frescos y rosados, hoy recomendaremos un Español de la región de Ribera del Duero.
Vino Rosado Español Aire de Protos
Tipo de uva: Tempranillo
Vista: Atractivo color rosa pálido, muy brillante.
Sabor: Vino rosado de paladar sedoso, afrutado y floral, que deja un largo y fresco postgusto.
Olor: Delicados y sugerentes aromas de frutas rojas, junto con toques de fruta blanca (durazno y melocotón) con sutiles notas florales.
Maridaje: Platillos ligeramente picantes y salsas a base de jitomate (pomodoros). Comida mexicana (tacos al pastor, enchiladas, chiles en nogada). Comida oriental, pescados, mariscos y aves. Sushi y quesos suaves. También excelente como aperitivo.
Hasta aquí por hoy y ya nos saludaremos la próxima semana. Hasta entonces salud.


