ucronia 14

Mis circunstancias y mi realidad ¿En verdad son mías? O ¿Existe un solo destino?

Por Juan de Lobos.

Queridas lectoras, estimados lectores. Antes de pasar a nuestro tema, deseo agradecerles una vez más por todo el apoyo recibido, por sus comentarios y por el tiempo que le dedican a mis letras y a las de este proyecto llamado Metaopinión, el cual sigue creciendo cada vez que nos leen. Muchas gracias.

Ahora sí, pasemos a nuestro tema. ¿Cuántas veces nos sentimos ajenos a nuestra propia vida? Todo aquello que alguna vez te gustó o apasionó, actualmente no despierta el menor interés, los temas de plática, la música, los pasatiempos, ahora son distintos.

¿Qué sucede con esos gustos, con esos recuerdos, con aquellos con quienes compartimos ideales e historias? ¿Exploramos nuevas experiencias? ¿Cambiamos? ¿Maduramos? ¿Nos distraemos? Tal vez sea una mezcla de todo lo anterior. Todas esas preguntas me las hago constantemente, junto con otras tantas que a veces me atormentan y otras solamente me hacen imaginar y que finalmente se convierten en estas palabras para mí y para ustedes. ¿Todo esto nos define y nos acerca a nuestro destino?

¿Qué podemos hacer con lo que somos y con lo que tenemos? ¿Qué nos obliga o nos impulsa a seguir hacia aquello que enfocamos como meta? A mis casi cincuenta años aún no lo sé.

He vivido un sinnúmero de experiencias (no diré que positivas o negativas, solamente experiencias) que me hacen cuestionarme constantemente acerca de todo. He estado cerca de alcanzar distintos destinos, algunos trágicos y otros completamente anticlimáticos.

¿Y qué pasa con eso? Nada, descubro que todas esas preguntas cambian constantemente de respuestas, que de una u otra forma sigo avanzando, a veces sin un rumbo, otras con pequeñas metas a muy corto plazo. No soy quién era hace uno. diez o veinte años atrás, sin embargo lo sigo siendo. Es curioso compartirlo con ustedes, de manera escrita, tan personal como diría mi apreciado editor, pero es algo que quería compartirles. Por eso mi interés en los mundos paralelos, tal vez en alguno logré todo lo que soñé, o tal vez sea este mundo en el cual finalmente he encontrado la paz suficiente como para seguir escribiendo.

Nosotros creamos nuestro destino sin siquiera darnos cuenta de ello, con nuestras elecciones, con sus consecuencias y con el apoyo o rechazo de quienes nos rodean. A veces es un poco frustrante, pero es parte de la vida, creo. Demasiada responsabilidad sobre los hombros.

¿Pero qué harías si tuvieras la oportunidad de corregir alguna elección trascendental en tu vida? ¿En qué cambiaría tu vida actual? Existen muchas novelas, cuentos y películas que nos plantean ese dilema, recuerdo en estos momentos una película francesa del año 2008, dirigida por Léa Fazer y protagonizada por Alice Taglioni y Jocelyn Quivrin “Mi pareja es mi rival” (Notre univers impitoyable). Donde una pareja de ejecutivos deben competir entre ellos por un ascenso, contándonos la historia de lo que habría sucedido si cada uno de ellos hubiera sido ascendido y las implicaciones que plantea sobre su relación. Es una buena película y desde que la vi me gustó la dinámica de la elección y sus consecuencias.

Las posibilidades son infinitas y todas, absolutamente todas comienzan con una decisión.

Quedo de ustedes.

Incluso la gente que afirma que no podemos hacer nada para cambiar nuestro destino, mira antes de cruzar la calle.

Stephen Hawking. Astrofísico británico.

*El contenido de este texto no contiene I.A. y fue creado de acuerdo a los antiguos cánones de la escritura, a partir de un tema, un conocimiento previo, investigación y redacción.

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