Por Juan de Lobos.

Queridas lectoras, estimados lectores. Les comparto en esta ocasión una experiencia más personal, relacionada con los sueños y una teoría personal de que son vías hacia mundos paralelos.

Tengo varios sueños recurrentes, entre ellos visito una ciudad parecida a Guanajuato, con callejones, recovecos y un bazar de antigüedades el cual disfruto mucho, en donde encuentro varios libros (de los cuales nunca recuerdo ni los autores ni los títulos) y en otras tiendas (el bazar también incluye a los edificios contiguos a la calle y en ellos se venden más cosas) he encontrado centenas de juguetes perdidos, soldaditos, canicas, figuritas promocionales, etc.

Durante esas visitas oníricas, siempre reencuentro a alguien, familiares, amigos o conocidos y nos acompañamos durante las compras y siempre buscamos la forma de llegar a un puesto de tacos (de suadero y longaniza), no siempre lo logramos.

No he podido, o querido, psicoanalizar este sueño, aunque siempre he sentido al despertar una enorme nostalgia, una sensación de alegría de regresar a esa ciudad, pero una ausencia de todas aquellas cosas que se quedan en el sueño.

Lo curioso es que cada vez que visito esa ciudad, la reconozco cada vez más, digamos que la conozco mejor que la última visita; de ahí surge mi teoría que en realidad al soñar adquirimos la habilidad de viajar hacia mundos paralelos y muy personales, lugares que visitamos con todas aquellas cosas, sentimientos y personas que ya no están en nuestras vidas y que de alguna manera añoramos.

Lo extraño de este y de otros de mis sueños es la complejidad de escenarios, creo que eso sí es posible de psicoanalizar.

Pero ¿Qué me traigo de esos lugares al despertar? Soy afortunado al recordar de manera tan nítida esos desconocidos y familiares lugares (tienen transporte público, avenidas, parques, escuelas, restaurantes, etc.) algunas narraciones las he basado en esos lugares, con aquellos con quienes me relaciono durante esas visitas y con algunas de las experiencias (¿Que vivo?) en esos lugares.

Definitivamente son sensaciones distintas y secuencias lógicas diferentes a las ucronías. Cada lugar de ensueño tiene su propia lógica y reglas similares a las que vivimos de cotidiano o son completamente distintas y no siguen lógica alguna. Aunque ambas surgen en la imaginación, la sensación es diferente, algunas veces he tenido esa sensación cuando me involucro demasiado en una lectura (me sucede a menudo al leer a Luis Spota, a Enrique Serna o a Jorge Ibargüengoitia).

Espero seguir soñando, soñar despierto, soñar soñando, pero no en el sentido popular de realizar nuestros sueños, si no simplemente soñarlos y disfrutarlos.

¿Ustedes qué sueñan? ¿Con qué sueñan? ¿Les gusta soñar?

Quedo de ustedes.

Todo lo que vemos o todo lo que parecemos, es simplemente un sueño dentro de un sueño.

Edgar Allan Poe. Escritor estadounidense.

*El contenido de este texto no contiene I.A. y fue creado de acuerdo a los antiguos cánones de la escritura, a partir de un tema, un conocimiento previo, investigación y redacción.