Por Roberto G. Amezcua
Hola. ¿Cómo te va? Gracias por acompañarme a la última entrega del año de esta tu columna. Hay un deporte que todos practicamos a diario y me gustaría empezar hablando de ello.
Nunca rendirse
¿Podrías tu creer que el diario batallar, lidiar con los problemas que tenemos a diario, el tener resiliencia ante la vida no puede ser considerado como deporte? Piénsalo bien si tú respuesta es negativa, porque podemos llevar mejor los problemas si les cambiamos el aspecto y lo empezamos a ver como una competencia contra nosotros mismos; por tratar de ser mejor de lo que éramos ayer y lograr más objetivos sin perdernos en el camino.
Lo pondré de otra manera, ¿cómo te has sentido cuando tienes un logro personal importante? Cuándo besas a la persona amada; cuando has podido abrazar a tus padres; cuando te has levantado y salido delante de aquel problema que veías insuperable. Si has respondido que sí a al menos una de esas preguntas o tienes una afirmativa para preguntas similares, déjame felicitarte: ya has sido campeona o campeón en este deporte llamado vida.
Y si estás en este momento riéndote y pensando de cuál consumió este loco. Déjame te digo que para mí nada mejor que robarte una sonrisa; pero creo que es lo a propósito de recibir al 2024 con la mejor actitud. Sabemos que no hay años perfectos, que en algún momento estaremos en apuros. Pero por favor, nunca te rindas, también conseguiremos ese campeonato.
Tower running
Muy a propósito de competencias famosas, pero quizás poco difundidas hoy me gustaría que platicáramos del “tower running”, que consiste en subir corriendo o trotando un edificio alto. Para los especialistas en la materia, si es un rascacielos es mejor. Esto puede hacerse de manera individual o en feroz competencia como solía ocurrir antes de la pandemia en el “Empire State Building” en NY.
Como es una actividad que requiere mucho esfuerzo se recomienda que antes de practicarla a la persona interesada la revisen médicos para evitar sustos a media subida.
Ahora bien, y permíteme referirme a esto entre broma y entre en serio. ¿Los mensajeros en las oficinas cuando el elevador no existe o no sirve, no serían dignos representantes de este deporte? Digo, suben y bajan a toda velocidad los pisos de los edificios para llevar los documentos a tiempo.
Voy más allá… las personas (no pongo sexo para no hacer estereotipo) que usan tacones y de igual manera suben y bajan varias veces el edificio para hacer entregas. ¡Vaya! Mis respetos y fuera de broma ojalá algún día alguna de ellas decidiera competir.
Cuenta la leyenda
De hecho es algo documentado (lo cual le quitaría ser leyenda, pero me gusta empezar así). Resulta que en el año de 2009 un alemán llamado Philipp Traber impuso récord al beberse 50 litros de cerveza en menos de cinco minutos. Así como leíste bien, ni tiempo le dio a disfrutarla. Pero bueno, tenía una misión y la cumplió. De hecho el anterior récord también era de él; pero esa histórica y refrescante gesta la consiguió mejorando en 17 segundos su tiempo.
La verdad yo me declaro fuera de forma para siquiera tratar de llegar a algo similar; pero estaré entrenando de manera constante (sólo por si llega la ocasión y no me vuelva a agarrar desprevenido), eso sí, con más calmita y una botanita por favor.
2024
El siguiente año está a la vuelta de la esquina. te deseo que se logren todos tus propósitos y objetivos. Te deseo que llegue a ti el éxito y la felicidad sin tanto esfuerzo, pero si acaso hay que esforzarse, pues hazlo con gusto.
Te mando el más sincero de mis abrazos. ¡FELIZ AÑO 2024! Nos vemos el año entrante… desde el potrero.


