Por Juan de Lobos

Apreciados lectores, queridas lectoras, esta semana posterior a una de las festividades más importantes del mundo occidental, les traigo un pequeño obsequio. En esta inmensidad de posibilidades, he estado trabajando en una serie de crónicas basadas en diversas ucronías, sin mayor pretensión que reimaginar nuestra Historia.

Este fragmento lo comparto con ustedes con mucho cariño, a manera de agradecimiento a su apoyo, deseándoles felices fiestas y en celebración del nacimiento de Jesús Niño.

Sin más preámbulo les presento…

Mexicalia

El sistema de canales navegables en la Ciudad Capital Administrativa del Imperio Mexicano, se rehabilitó después de 1915, una vez que los conatos de revueltas sociales fueron hábilmente controlados por el Primer Ministro José de la Cruz P. Díaz Mori. En parte como medida estratégica, pues una ciudad rodeada de agua y con solamente cuatro calzadas para acceder al centro se volvía casi inexpugnable a los ataques terrestres y por otra lado como parte de los festejos del centenario de la independencia. Además de lograr con esa reconstrucción de canales, artificiales legarle a la Ciudad el tan conocido epíteto de “Ciudad de los palacios”, el nombre de “La Venecia bajo los volcanes”. Sin duda se trata de una maravilla de ingeniería hidráulica sin precedentes.

Pero los canales han cambiado desde entonces, actualmente descuidados y llenos de basura, repletos de vendedores navegantes en chalupas. Las trajineras vaporettos de la ruta 2 tratan de ganarse el pasaje poniendo en peligro de naufragio a propios y extraños, las pocas trajineras particulares atoradas en aquellos cruces de canales que a la hora del almuerzo se ponen imposibles, hacen del viaje algo un poco menos que funesto.

El Alcalde de la Ciudad como parte de loa festejos del bicentenario de la independencia, ha iniciado una campaña de ordenamiento civil, incrementar el saneamiento y dragado de canales, construir e instalar un sistema de drenaje cerrado que impida que los desechos contaminen los canales, y reacondicionar los jardines flotantes de la Emperatriz, así como rescatar 134 muelles históricos a lo largo de los canales de la Ciudad Capital Administrativa del Imperio.

La colaboración, la paciencia y el trabajo de todos los habitantes y ciudadanos de la Ciudad Capital serán fundamentales para devolverle la grandeza a tan hermosa obra de ingeniería…

“Orden y progreso”.
Porfirio Díaz Mori. Estadista y político mexicano.

Quedo de ustedes.