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Miércoles de: La Navidad y sus símbolos

Por Roberto G. Amezcua

Hola a todos, ahora me toco salir desde “el potrero” para convivir con ustedes en esta preciosa sección “Miércoles de”; en la cual se nos invita a  hablar de temas diversos a lo habitual de nuestras  colaboraciones semanales.

En un mundo tan polarizado como el que nos ha tocado vivir, la Navidad no podía quedar fuera de la polémica. Aquí sin importar razas o las afinidades políticas/partidarias la humanidad se divide entre navideños y anti navideños (Grinch como ellos mismos se denominan en su mayoría).

Aclaro que orgullosamente me declaro totalmente navideño y festivo, por muchos y demasiados motivos que no vienen al caso en estas letras. Pero lo que ni unos u otros podemos negar es que la época navideña tiene muchas características a las que no se puede escapar como lo pueden ser: un delicioso pavo relleno; bacalao, esferas, dulces de leche, regalos, reuniones familiares y de trabajo, posadas, ponche, nostalgia, consumismo, recuerdos (buenos y malos)-

Pero hay uno en especial al que me quiero avocar el día de hoy, y se trata del árbol de Navidad y su historia.

Tannenbaum

Muchas son las historias del origen del árbol de Navidad, pero al parecer la más cercana a la realidad es la del origen alemán, de donde se extiende a todo el mundo. Incluso dentro de Alemania se tienen diferentes versiones y fechas de la historia del árbol de Navidad. Se cuenta por un lado de una panadería en Friburgo en el año 1419 en donde la dueña de una dulcería/panadería adornó un árbol con galletas y nueces. Otra de las historias nos remonta al año de 1605 a los abetos de Estrasburgo que eran adornados con papeles de colores, golosinas y manzanas (de este hecho al parecer existe un manuscrito que lo documenta)

Información obtenida del Centro Alemán de Información para Latinoamérica.  (https://alemaniaparati.diplo.de/mxdz-es/aktuelles/arbolNavidad/1082264)

El árbol de navidad en México

Cuenta la historia que Maximiliano de Habsburgo y su esposa Carlota de Bélgica llegan a México en mayo del año de 1864, y todo parece indicar que los Emperadores ponen en el salón de recepciones del Castillo de Miravalle (hoy Castillo de Chapultepec) en diciembre de ese mismo año  un bello árbol adornado que fue la sorpresa y maravilla de toda la rancia aristocracia que se daba cita con frecuencia a visitar a los jóvenes Emperadores… especialmente  en fechas navideñas.

Cabe mencionar que años atrás, la iglesia católica ya había adoptado “el árbol de cristo”, que era un árbol adornado y que se fue metiendo a las festividades de fin de año; pero (pienso yo) no tenían el encanto y personalidad que ostentaban los emperadores, entonces el árbol no tenía tanto arraigo.

De tal manera que si Maximiliano y Carlota tenían un Tannenbaum en su casa, pues todos los aristócratas de abolengo y prosapia debían tener uno también ¡faltaba más! Es entonces que empieza a tener un lugar en las casas mexicanas; de manera evidente por esos tiempos eran las casas de las personas con un poder adquisitivo mayúsculo.

La pausa

La pausa más evidente en la colocación del árbol de Navidad en el Palacio de Miravalle fue la caída del imperio y la poca afinidad del gobierno republicano de tener adornos que evocaran a la religión. Pero quizás (sin documentar) está una posible primera pausa en 1865 por la Muerte del Rey Leopoldo I de Bélgica (Padre de Carlota), quien muere el 10 de diciembre de ese año. Quizás incluso ya estaba puesto el Tannenbaum, pero cuando llegan las fatales noticias a México pudo haber sido retirado en señal de luto.

El renacimiento (del árbol navideño)

Aquí es preciso aclarar que con las intenciones de don Porfirio Díaz de instaurar en México las modas europeas,  es muy probable que el regreso del árbol de Navidad en las casas mexicanas haya tenido lugar.

Hay también quien afirma que el regreso se da en la casa del General republicano Miguel Negrete, quien pone un árbol navideño en su casa por el año de 1878.

Lo cierto es que conforme van pasando las décadas el árbol de Navidad se popularizó en México y hoy es visto en muchas casas. Puede faltar el pavo, puede faltar la ensalada de manzana, pero la verdad es que es muy difícil que no haya un árbol de Navidad. ¿Nunca has estado a solas en tu casa al pie del árbol de Navidad pensando (para bien o para mal) en todos los recuerdos del año o de Navidades anteriores?

Recomendación navideña

Hay una película que en lo particular a mi me encanta, y que me permito recomendarte con mucho afecto. Se llama “El hombre que inventó la Navidad”, que es la historia de como Charles Dickens escribe su eterno “Cuento de Navidad” (A CHRISTMAS CAROL). Repito, en lo personal es de mis películas favoritas, pues además de meternos de lleno a una época navideña, también nos muestra los recuerdos de la vida de Dickens y su difícil infancia.

Pero hay un plus, y es que si te gusta escribir textos con personajes (como a mí), la historia nos muestra como esos mismos personajes pueden ser nuestros mejores aliados en la escritura de su vida o bien pueden convertirse en una auténtica pesadilla cuando tenemos un bloqueo literario y son capaces de perseguirnos por la calle y presionarnos. Esta película la encuentras en la plataforma “Star +”

Nuevamente me excedí un poco en el número de las palabras recomendadas, pero te pido entiendas que me dejé llevar por la emoción. Permíteme, amiga lectora, amigo lector, mandarte mi más sincera felicitación y abrazo respetuoso. ¡FELICES FIESTAS DECEMBRINAS! Nos vemos pronto.

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