miercoles_humor

Miércoles de: Reflexionar sobre el humor

Por Juan de Lobos.

Amables lectores y apreciadas lectoras, en esta ocasión me encuentro como un invitado voluntario en esta sección de Metaopinión “Miércoles de…”. En la cual los colaboradores de este naciente medio digital, podemos explayarnos un poco sobre algún tema que nos interese (y del que posiblemente no dominamos ni conocemos a profundidad el mismo… pero es lo que hay).

En mi caso y en esta ocasión, me atrevo a tomar uno de los temas más serios, solemnes e importantes de la humanidad, se trata de El Humor y una pequeña y muy personal reflexión al respecto.

Todos nos hemos reído alguna vez de algo, de alguien, de alguna circunstancia o de la nada (en este caso sería un poco extraño, pero llega a suceder) también nos hemos reído de tragedias, de hechos bochornosos, de comentarios bien intencionados pero muy mal ejecutados, o viceversa, de la muerte, de la vida, de la tragedia y lo más difícil de todo, nos hemos reído de la comedia. 

Es parte de una respuesta humana al peligro, a la tensión nerviosa, a lo inesperado y a lo previsto, a la carencia y a la abundancia. Sé que de la risa, la carcajada y del humor se han escrito miles de tomos, en todas las áreas de las ciencias y humanidades, pero poco se ha estudiado el por qué algo puede causar risa a pesar de saber que reírnos de eso es social,  moral y hasta teológicamente reprobable. 

Como todo entusiasta, de cualquier ciencia, materia o pasatiempo, cuento con algunas teorías al respecto:

  • Nos reímos de alivio, por no ser nosotros blanco de semejante burla.
  • Nos reímos de manera defensiva, para evitar ser blanco de burlas.
  • Nos reímos por mero compromiso para no ver afectados nuestros intereses.
  • Y la favorita de todos mis coterráneos: reírnos de la muerte, ponerle apodos y hacer de lo macabro algo gracioso y colorido.

En resumen, y aquí llega mi muy personal reflexión, nos reímos como un acto de total egoísmo y egolatría, nos hace gracia aquello a lo que reverenciamos y tememos por igual, como una muestra de superioridad humorística.

Y es casi tan cierto que un gran humor esconde una enorme misantropía. Es parte del humor, el exagerar, el ignorar, el fomentar, el atender y resaltar defectos y virtudes por igual hasta hacernos reír tanto que nuestro esfínter no puede más.

Se ha dicho que el humor puede ser catártico, liberador, personal, negro, blanco, verde, erótico, tonto, escatológico, sexual, inocente, romántico, improvisado e involuntario; y de todos esos humores, nos quedan siempre lecciones por aprender de nosotros mismos reflejadas en la figura imponente o menospreciable de un comediante. 

Bien decía el extranjero señor Reader’s Digest: “La risa, remedio infalible”.

Y Usted ¿Qué opina?

Quedo de Ustedes.

Deja un comentario