Por Luis de León

Con 199 años de historia oficial, el Estado de México es, tal vez, la entidad más compleja de gobernar -y de vivir- de toda la República, por su cercanía a la capital del país y consecuentemente de la sede de los tres poderes de la unión, centro neurálgico del poder.

La movilidad, la densidad demográfica, las vialidades, la inseguridad pública, la salud, los problemas hídricos, y sumados a los políticos, hacen de la entidad cada vez más compleja de gobernar y más cuando los intereses políticos se sobreponen a los de la población.

Desde hace poco más de un mes, la entidad mexiquense es gobernada por primera vez por una mujer y, adicionalmente, de un partido diferente al que por toda su historia había permanecido en el poder, aunque esto no es nada nuevo para la mayoría de los vecinos.

Cuando en 1997 la mayoría de los municipios conurbados cambiaron de partido gobernante, tanto con el Partido Acción Nacional (PAN) como con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) creando los corredores azul y amarillo, desde la capital del estado hasta los estados colindantes, se vivió la alternancia política y los mexiquenses pudieron conocer diversas formas de gobierno, nuevos estilos y otras opciones de generar bien común.

Los 17 municipios metropolitanos -aunque hoy se consideran ya 28 sumando algunos de los estados de Hidalgo, Puebla y Morelos- son tal vez, la urbe más compleja del país y más cuando son gobernados a larga distancia, desde la aparentemente lejana Toluca. Para muchos mexiquenses es más fácil acudir a la CDMX que a la propia capital de su Estado.

Mucho que esperar del gobierno estatal, pero mucho más que decir de las actividades políticas y sociales que desde ya han empezado a surgir en toda la entidad con miras a la renovación del Congreso estatal, las 125 alcaldías, las cuatro senadurías y los 63 legisladores federales, el próximo año, cuando también se renueve la presidencia de la República. No hay que olvidar que el Edomex es quien más votos aporta al país en los comicios.

Y pues de estos problemas tratará esta columna que hoy iniciamos en METAOPINIÓN, de los problemas sociales y políticos que padecen los mexiquenses, de las circunstancias que se viven en los valles, zonas o regiones que componen el Estado de México y cuyos aires cambian constantemente, a veces fríos, a veces calientes, pero siempre hacen que se muevan los casi 17 millones de seres que habitan esta entidad que el 2 de marzo próximo estará celebrando su bicentenario como entidad.

Agradezco enormemente a nuestro Editor en Jefe, Enrique Fortunat por su amable invitación a redactar estas líneas que con gusto compartiré cada viernes, basado en los hechos, la lectura y la experiencia que arrojan 35 años dedicado al periodismo mexiquense y la comunicación tanto social, organizacional y como docente.

Que soplen buenos vientos para todos.